La donación de órganos y tejidos sigue siendo un tema poco discutido entre los salvadoreños debido al temor y la falta de información. Sin embargo, este es un acto que salva vidas y puede devolver la esperanza a muchas familias.
En la actualidad, el trasplante de riñón es el más frecuente en El Salvador y en el mundo, debido a que los donantes pueden hacerlo en vida. Cada 27 de febrero se celebra el Día Mundial del Trasplante de Órganos y Tejidos, con el objetivo de generar conciencia sobre los avances en la ciencia y la necesidad urgente de más donantes.
El Dr. Rafael Chávez Díaz, especialista en nefrología y trasplante renal, destaca que la donación de órganos y tejidos es fundamental para garantizar la sobrevida de pacientes con fallas en órganos vitales como riñones, pulmones, hígado o corazón. Además, resalta la importancia del trasplante de tejidos, como córneas y piel, y de células madre, esenciales en el tratamiento de enfermedades como la leucemia.
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"Hoy se está abriendo un poquito más la brecha. Antes no aceptábamos pacientes hipertensos como donantes, ahora, si solo tienen un medicamento antihipertensivo, pueden ser donantes", detalló el especialista y miembro del Colegio Médico de El Salvador (Colmedes), argumentando que la presión arterial es un factor de riesgo de daño renal en aquellos que requieren más de un medicamento recetado.
Donantes con VIH
En la actualidad, un paciente con VIH puede ser donante de órganos bajo circunstancias específicas. En el pasado, estas personas eran excluidas del proceso debido al riesgo de transmisión del virus. Sin embargo, con los avances en tratamientos antirretrovirales y el éxito de programas como el HIV Organ Policy Equity Act (HOPE) en Estados Unidos, ahora se permite el trasplante de órganos entre personas con VIH.
Esto significa que un paciente VIH positivo puede donar órganos a otro receptor con VIH, siempre que cumpla con criterios médicos adecuados. Los órganos más comúnmente trasplantados en estos casos son riñones e hígado. No obstante, en El Salvador este tipo de procedimientos aún no se desarrollan.
Menos de mil trasplantes renales en 40 años
En El Salvador, el acceso a trasplantes sigue siendo extremadamente limitado. Actualmente, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) es la única entidad en el país capacitada para realizar trasplantes de donantes fallecidos. Sin embargo, la tasa de trasplantes sigue siendo baja: en cuatro décadas de procedimientos, apenas se han realizado alrededor de 960 trasplantes renales en el sector público y cerca de 50 en el privado hasta 2023, detalló el especialista.
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Esto significa que, en 40 años, el país no ha alcanzado ni siquiera mil trasplantes de riñón, reflejando una importante brecha entre la necesidad de órganos y la disponibilidad de donantes.
En 2024, el Hospital Nacional Rosales y el Hospital Nacional Dr. Juan José Fernández Zacamil fueron autorizados para iniciar con estos procedimientos. "El Ministerio de Salud (MINSAL) empezó a hacer trasplantes, lo cual es definitivamente positivo, porque debemos garantizar que la mayoría de la población tenga derecho a un trasplante si lo necesita", expresó el Dr. Chávez Díaz, subrayando que el MINSAL atiende a más del 75% de los salvadoreños.
El especialista sostiene que es necesario incluir en el Documento Único de Identidad (DUI) la información sobre si una persona es donante o no, con el objetivo de agilizar los trámites en caso de muerte cerebral. Hasta la fecha, estos datos no son integrados y los médicos deben revisar la base de datos de donantes en el Registro Nacional de Personas Naturales (RNPN), que no está disponible las 24 horas del día ni en días feriados.
Sobrevida de los donantes
El temor a que la donación de órganos afecte la salud del donante hace que muchas personas rechacen esta posibilidad. Sin embargo, los especialistas han señalado que, en el caso del trasplante de riñón, la donación no afecta la calidad de vida. Los pacientes que reciben controles médicos adecuados no corren riesgos significativos ni reducen su esperanza de vida.
Durante sus 30 años de experiencia en el equipo de trasplantes del ISSS, el Dr. Chávez Díaz sostiene que solo ha observado dos casos de donantes que posteriormente requirieron diálisis. Uno de ellos desarrolló diabetes y sufrió un severo aumento de peso, mientras que el segundo tenía un cuadro demencial y recibió un medicamento tóxico para el riñón, lo que provocó su falla.
A pesar de estos casos aislados, el especialista insiste en que la donación de órganos es un acto seguro, necesario y con un impacto positivo tanto en la vida del receptor como en la del donante.