Ante los casos de suicidio ocurridos entre la población salvadoreña en 2024, la Fundación de Psicología para una Vida y Mente Sana (FUNPSISAN) ha iniciado su campaña “prevención del suicidio”, para concientizar sobre las señales de alerta que se deben conocer, así como las formas de buscar ayuda.
En lo que va de 2024, al menos tres menores y dos adultos han muerto por suicidio.
La fundación sugiere a las familias estar alerta ante las señales de depresión ya que este es el trastorno mental más común que puede presentarse en cuadros combinados. Se estima que el 5% de la población mundial tiene problemas de depresión.
“La depresión está clasificada como una enfermedad psiquiátrica, que es bastante frecuente en tanto en niñez, adolescencia como en adultos, no hay como una edad de prevalencia, todos los seres humanos estamos predispuestos a padecer de depresión. Esto pues se visualiza a través del estado de ánimo más que todo, pues prevalece la tristeza, la desmotivación, desesperanza”, explicó Iris Aquino, psicóloga de la fundación.
Aquino expuso que hay múltiples detonantes para esta situación, entre los más comunes se encuentra la violencia intrafamiliar, las adicciones en el círculo familiar, enfermedades crónicas o terminales y, uno de los factores poco conocidos, la predisposición genética de las personas a desarrollar cuadros depresivos.
“Convivir con una persona que está dentro de un cuadro con depresión no solo afecta directamente a la persona que vive con esta enfermedad, sino también a las personas que lo rodean porque día a día están al cuidado de la persona que adolece, en contacto con sus síntomas de desmotivación, pensamientos e ideas suicidas”, agregó la psicóloga de la fundación.
En el caso de los adolescentes es indispensable contar con una red de apoyo conformada inicialmente por padres o familiares cercanos que sean quienes puedan detectar los primeros síntomas y posteriormente ser capaces de brindarles seguridad para hablar del tema, explicaron los expertos.
Las redes de apoyo son clave para evitar suicidios
Si estos problemas no son tratados de forma inmediata “una de las consecuencias puede ser que en la vida adulta, pues sea una persona con pocas relaciones interpersonales, también problemas para establecer una relación de pareja, pueden generar pensamientos ideas suicidas y también llegar a efectuar un suicidio”, agregó la psicóloga.
Entre las señales más comunes de depresión infantil se encuentran los cambios abruptos de conducta, el llanto constante y sin razón aparente, la tristeza crónica, pensamientos constantes sobre la muerte o la frustración. Los menores frecuentemente pueden expresar ideas como “no sirvo para nada, para qué vivo, seguramente si yo me muero a nadie le va a importar”.
Según la Encuesta Nacional de Salud Mental 2022 (ESNM), publicada en marzo del siguiente año, cinco de cada 10 adolescentes entre 13 y 27 años de edad presentan algún tipo de trastorno de ansiedad. Para este estudio se evaluó a las personas con edades entre tres y 60 años, revelando que el 50.9% de los adolescentes presentan síntomas de ansiedad total, mientras que el 20% de los adultos tienen algún grado de ansiedad generalizada y el 17.6% corresponde a adultos mayores.
“Un desencadenante para un suicidio de niños y adolescentes es el acoso o el bullying escolar, un niño que se sienta amenazado todos los días en su centro educativo, porque le estén discriminando por alguna situación, incluso porque los padres se divorcian, entonces, esto puede afectar y conllevar a un suicidio así también como no contar con redes de apoyo”, agregó la psicóloga Aquino.
Otro de los estudios presentados a finales de 2023 por la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO), se determinó que el 28% de la población estudiantil presentó algún tipo de depresión o signos de ansiedad, tras experimentar el confinamiento por pandemia.
Según las investigaciones presentadas los principales detonantes de esta crisis estarían relacionados a los problemas económicos y problemas en casa que crearon un ecosistema de constante estrés para los menores.
“El llamado es para todos los padres de familia, cuidadores, instituciones que también trabajan con población infantil y adolescentes que por favor mantengamos muy observadores de los cambios, conductas, emociones que de pronto están presentando los niños en el lugar que se desarrollan”, agregó Aquino.
FUNPSISAN desarrolla diferentes actividades entre talleres, convivios en parques y otras reuniones con las que buscan concientizar a las personas sobre la importancia de cuidar la salud mental, compartir testimonios de sobrevivientes y ayudar a los pacientes que necesitan recibir tratamiento.
Si usted desea recibir más información sobre los tratamientos y evaluaciones médicas que la fundación ofrece a la población puede buscarlos a través de sus redes sociales o enviarles un mensaje de texto al WhatsApp 7080 9495 para recibir más información.
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Señales de alerta
Cambios de humor
Los niños y adolescentes pueden experimentar marcados cambios de humor desde volverse más irritables o pasar de un estado de animo al extremo opuesto ejemplo: de la risa al llanto melancólico sin motivo aparente. Estos comportamientos se deben analizar si superan las 2 semanas.
Desorden en la rutina
Una persona con depresión pierde el interés en su autocuidado desde bañarse, cambiarse la ropa, hasta la alimentación. Uno de los factores más notorios puede ser la alteración en el ciclo de sueño. Dormir de forma excesiva o no poder dormir.
Perder interés en las cosas
Regalar objetos importantes o dejar de practicar actividades que antes le gustaban debe ser un factor de alarma para los padres, debido a que algo no está bien.
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