Hablar sobre salud mental sigue siendo un tema tabú y poco atendido entre la población salvadoreña, esto a pesar de las recientes encuestas a nivel nacional, que reflejan los altos índices de estrés, pensamientos suicidas y trastornos de atención entre la niñez, que salieron a la luz poco después de la pandemia por covid-19.
En respuesta a esta realidad, cuatro fundaciones que trabajan en pro de la ciudadanía nacional se han unido para celebrar el “Primer congreso de salud mental en El Salvador”. A través de este esfuerzo, buscan abordar de manera integral los trastornos más frecuentes en la sociedad salvadoreña.
Dicha iniciativa estuvo liderada por la fundación La Niñez Primero, Fundación Gloria Kriete, Fundación Rafael Meza Ayau y Fundación LOLO, con la participación de ponentes internacionales, con mensajes dirigidos a profesionales de la salud y estudiantes del país.
Bajo el tema “Salud mental: ¿un desafío individual o colectivo?”, impartida por el psiquiatra chileno Alfonso Correa, dio inicio el congreso de tres días celebrado en el Hotel Hilton, San Salvador del 5 al 7 de septiembre, seguido de un panel de especialistas nacionales e internacionales para discutir sobre la visión interdisciplinaria y las afectaciones de la depresión en nuestra sociedad.
Encuesta: 16 de cada 100 salvadoreños han tenido pensamientos suicidas
Se estima que el 20% de la población se está viendo afectada por problemas como la ansiedad y la depresión profunda, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Salud.
“Este congreso surge como una respuesta a la falta de espacios dedicados a la divulgación y discusión sobre salud mental en nuestra región. En El Salvador, el déficit de profesionales especializados en esta área es evidente, lo que limita el acceso a recursos esenciales para el bienestar mental de nuestra comunidad”, señaló Edgardo Flores, director ejecutivo de Fundación la Niñez Primero.
El panel experto ampliará temas como el suicidio, abuso sexual, depresión, TDH, autismo, entre otros; que afectan a población en niñez, juventud y adultez mayor por igual, y que requieren de estrategias que permitan tener nuevas o mejorar las herramientas existentes.
“Podemos decir que es una actividad pionera en El Salvador, estamos buscando la forma de promover temas que son complicados para nuestra sociedad y sabemos que se está volviendo una pandemia el tema de salud mental y que está afectando a toda la población en general”, agregó Flores.
A través de la encuesta "Hay otros problemas más importantes", del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), publicada en julio de este año, se destacó que 16 de cada 100 personas han tenido ideas suicidas recientemente.
El maestro Gerardo Ordóñez, asesor y consultor de la Vicerrectoría de Educación continua del Tecnológico de Monterrey, México, sostiene que “es fundamental hablar de la salud mental, aunque se haya puesto de moda después de la pandemia”, y la importancia de abordarlo en todos los niveles tomando en cuenta a docentes, estudiantes y personal de salud en la primera línea de atención.
Ordóñez sostiene que es necesario abordar el bienestar emocional desde los primeros meses de vida de las niñas y niños, debido a que esto puede determinar muchos factores de desarrollo en el cerebro.
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“Creo que no se trata sólo de cuándo, sino cómo, hay que hablar con un idioma que entienda el niño y posteriormente irnos adaptando cuando sea un adolescente”, argumentó Ordóñez, quien considera fundamental trabajar la salud mental primero de forma individual para ser capaces de abordarlo en colectivo, ya que “debemos tomar una responsabilidad individual para que no se vuelva un problema colectivo”, agregó.
Mientras tanto, en los centros educativos “tenemos un creciente problema de desórdenes alimenticios, al analizarlos encuentras una raíz emocional, seguido de la soledad; las estadísticas que hablan de este problema son muy graves y está comprobado que la generación Z es la que tiene mayores niveles de soledad, incluso en comparación a las personas jubiladas” expresó el especialista.
El panelista mexicano en este evento sostiene que esto es producto de la inmersión en las redes sociales y la hiperconectividad entre plataformas digitales, pero a la vez a una desconexión del contacto físico entre personas.