El sacerdote católico Víctor Campos Alvarenga ha pasado a la fase de sentencia en el proceso judicial en el que se le acusa de violar a una menor de edad en Sonsonate.
El Órgano de Justicia de El Salvador informó que, además de ordenarse la apertura a juicio, el Juzgado Primero de Instrucción de Sonsonate ratificó la tipificación del delito como violación agravada continuada. También estableció que el clérigo debe permanecer en prisión en espera de la próxima fase de su proceso.
“Durante la audiencia, se ofertaron pruebas, incluyendo el testimonio de la víctima, sobre la probable participación del acusado en la comisión del delito. Por ello, el juez ordenó apertura a juicio, admitiendo la evidencia para ser valorada en una eventual vista pública en uno de los Tribunales de Sentencia de Sonsonate”, publicó la cuenta oficial de Facebook de los Centros Judiciales de El Salvador.
Víctor Campos Alvarenga era, hasta antes de quedar bajo arresto, el párroco de la iglesia La Resurrección, en el municipio de Sonsonate, la misma en la que la víctima era feligrés.
Según los testimonios, el clérigo empezó a escribir al teléfono personal de la ofendida cuando ella tenía 14 años, para generar confianza a través de felicitaciones por su buen desempeño en la comunidad religiosa.
Las agresiones sexuales ocurrieron en 2012, cuando la víctima tenía 15 años. A esto se unió la manipulación psicológica que el sacerdote ejerció sobre la adolescente para mantenerla cerca y que no contara nada de los abusos a ninguna persona.
Como querellantes (acusadores privados) se han presentado los abogados Oswaldo Ernesto Feusier Ayala y Stephany Emperatriz Flores Rodríguez. Ambos forman parte de un proyecto de la organización internacional Abogados Sin Fronteras Canadá.
Cuando se supo del inicio del proceso penal contra Campos Alvarenga, en marzo de 2024, la diócesis de Sonsonate publicó un comunicado de prensa en el que aseguró que colaborarán con las autoridades salvadoreñas respecto al caso del sacerdote.
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“A pesar del dolor causado por la noticia, también nos solidarizamos con la víctima y deseamos colaborar con las autoridades a fin de que prevalezca la verdad y la justicia en todo el proceso. Seguiremos las indicaciones dadas por el papa Francisco a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para tratar este tipo de casos”, dice el comunicado, firmado por el obispo de Sonsonate, Constantino Barrera.
“No vamos a defender a los culpables, sino a las víctimas. En el pasado, desde la Iglesia se defendía al victimario”, dijo Barrera, en marzo, para El Diario de Hoy. En esa ocasión, aseguró que su diócesis tiene como política no apoyar a sus sacerdotes en este tipo de procesos. “En esto, está solo”, sentenció, advirtiendo que no se le daría apoyo en el pago de sus abogados defensores.
Barrera conoce a la persona que interpuso la denuncia, una adolescente cuando pasaron los abusos, que ahora es una “mujer profesional y de sólidos valores morales”.
Las organizaciones Cultura Romeriana y Víctimas Demandantes (VIDAS) acompañaron a la denunciante en su proceso y publicaron, en marzo, un comunicado ilustrando el caso.
Las instituciones revelaron que, en enero de este año, se tuvo una reunión en el Vaticano con el cardenal Michael ZCerny, prefecto para el Dicasterio para el Servicio Humano Integral, en la que se expuso lo que calificaron como una labor de “complicidad” para encubrir casos de este tipo por parte de la Conferencia Episcopal de El Salvador.