“Ojos que no ven, cámaras que lo graban. No acoses” y “Prohibida la entrada a acosadores”. Son algunas de las frases que los administradores de la ruta de buses 30-B colocaron en seis de sus unidades como parte de la campaña para prevenir el acoso a mujeres en el transporte público durante su trayecto, desde el municipio de Ayutuxtepeque a la colonia San Benito en San Salvador.
María Rosalina López es usuaria frecuente de esta ruta y siempre que la toma logra observar, a lo lejos, en la parte superior del parabrisas, un rótulo gigante que dice: “Prohibida la entrada a acosadores”. Esto es algo que ha llamado la atención no solo de los pasajeros de la ruta, sino a otras personas que poco o nada la frecuentan.
Fue hace 20 días que la 30-B colocó estos anuncios en la parte frontal, lateral y al interior de al menos seis unidades de la línea. “A veces se suben hombres haciendo cosas desagradables y que andan en la mente cosas sexuales y una puede sentirse incómoda y hasta sentir que puede ser atacada. Cuando vi esto (los mensajes) dije: ‘qué bueno’. Incluso le da confianza de vestirse como una quiere’, señaló María.
Según estadísticas del Viceministerio de Transporte (VMT), el 90.1% de la población utiliza el transporte público y dentro de estos se registran hechos delictivos como robos y hurtos. Son las mujeres las que sufren de violencia sexual como tocamientos indebidos e intencionales y hasta comentarios obscenos por parte de hombres que se toman la libertad de agredir a las pasajeras. Contemplado como expresiones de violencia, en el artículo 55 de la ley Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres.
En 2015, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), a través de una acuerdo Nacional por un Transporte Público Libre de Acoso Sexual Contra las Mujeres, reveló que una de cada dos mujeres fue víctima de violencia sexual, el 72.4% de ellas eran jóvenes y adolescentes.
“En otras rutas me ha pasado que me he encontrado hombres masturbándose o cuando uno pasa por el pasillo se topan demasiado, ya con la intensión”, relató María.
Edwin Gochez, administrador de la 30-B, explicó que la iniciativasurgió luego de que un grupo de jóvenes se acercara a las oficinas con la idea de prevenir el acoso dentro de las unidades del transporte.
La ruta vio con buenos ojos la propuesta y decidieron implementarla. “Esto es para poner nuestro granito de arena para que no pasen situaciones como el acoso. Es bien conocido que nuestra cultura salvadoreña ve como normal esto, pero no debería de pasar”, explicó.
Gochez comentó que en los buses están puestos varios mensajes para exhortar a los posibles agresores y que sean espacios seguros para las pasajeras cuando hacen uso del transporte. La campaña suma a los motoristas de las ruta para que apoyen a las mujeres que denuncien algún tipo de agresión durante el trayecto.
“En la ruta que nosotros hacemos, siempre hay policías y entonces, no es complicado hacer una seña a algún agente y parar la unidad”, comentó el administrador que también aseguró que la flota de buses cuenta con un sistema de video vigilancia que permite tener todo el monitoreo de lo que sucede.
“Me siento confiada de que hay cámaras y de que puedo andar en bus porque es más seguro. A veces hay hombres que se arriman a uno y dicen que no es intensional, pero uno sabe cuando lo hacen. A veces se siente impotencia porque uno quisiera hacer algo y no hay a quien pedir ayuda. Seria bueno que esto lo replicaron otras rutas”, señaló Carla.
La ruta 30-B pretende llevar estos mensajes a toda la flota par asegurar que sus pasajeras tengan un espacio seguro mientras van en el transporte. En redes sociales usuarios aplaudieron la iniciativa y esperan que otras rutas también lo repliquen.