La actuación de Estados Unidos ante la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua es “un mensaje claro” para todos los países centroamericanos. Así lo afirmó el exdiplomático, Rubén Zamora, al analizar la liberación de presos políticos opositores al régimen orteguista mediante gestiones del país norteamericano.
Al respecto, exembajador salvadoreño en Washington recordó que la relación diplomática entre EE. UU. y Nicaragua se había ido deteriorando de una manera muy profunda. “Mucho más que lo que ha pasado aquí en El Salvador con el gobierno actual”, opinó.
No obstante, Zamora destacó que esto refleja un cambio importante en la política exterior de ambos países, que pasaron de silencio total a lograr esta negociación.
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Zamora explicó que estos acuerdos “requieren un proceso largo”. “Son meses de reuniones privadas con las que empiezan las negociaciones diplomáticas y hasta que amarran el acuerdo, eso es lo que se hace público”, indicó.
Además, destacó la importancia de que el Departamento de Estado de EE. UU. (equivalente a su ministerio de Exteriores) dijera que su nación asume la responsabilidad de los excarcelados, calificara el acuerdo como algo “positivo” y mencionara el compromiso con la democracia en favor del pueblo.
Abre paso a una salida negociada
A juicio de Zamora, esto podría significar que se abre paso a una salida negociada como se hizo en el país con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
“(EE. UU.) se compromete en ese documento con el pueblo, pero lo hace diciendo que la actitud del Gobierno de Nicaragua es positiva y que abre posibilidades de resolver los problemas”.
Pese a este optimismo, Nicaragua ha endurecido su postura ante los presos políticos que quedan en su país, incluyendo el retiro de la nacionalidad y la condena al religioso Rolando Álvarez.
Por otra parte, el experto señaló que la declaración oficial de EE.UU. invita a que los demás países de las Naciones Unidas respalden a los nicaragüenses. De hecho, recordó que España ya ofreció la ciudadanía a los desterrados por Ortega.
El exdiplomático también dijo que esto es muy parecido a las primeras declaraciones del embajador estadounidense en El Salvador, William H. Duncan, quien invitó a fortalecer las relaciones diplomáticas por medio de la democracia.
Por otra parte, Zamora dice que no registra casos análogos, pero recordó que hay cambios significativos, como que antes Washington optaba por invadir países y hoy negocia.
Finalmente, considera que esto tiene relación con El Salvador. “Los salvadoreños tenemos que pensar que cuando vemos que la barba del vecino ya se la rasuraron”. Además, llamó a que aquí no se llegue a los extremos de la dictadura nicaragüense.
“Nicaragua va a tener su primer Monseñor Romero, así como al ahora santo nos lo mataron por defender al pueblo y denunciar la violación de los derechos humanos”.
Rubén Zamora, exdiplomático