Usuarios de redes sociales denunciaron hoy la destrucción de varias imágenes que se encontraban en el interior de la parroquia de San Julián, en Sonsonate, luego de ser violentada una puerta del templo.
Una fuente de la parroquia confirmó a El Diario de Hoy lo ocurrido, sin embargo, no dio mayores detalles para no entorpecer las investigaciones.
Un agente policial confirmó que no se trató de un robo, como en un inicio se manejó el caso entre los feligreses.
Lo que ocurrió, dijo, fue que una persona con presuntos problemas mentales lanzó piedras en el templo, lo que ocasionaron los daños.
El sujeto fue identificado; pero las autoridades no reportaron detenciones en el caso.
En varios perfiles de Facebook circulan fotografías de cómo quedaron algunas imágenes que fueron tiradas del altar donde se encontraban.
En una de las fotografías se observa cómo una cruz de casi dos metros está invertida luego que fue derribada de su base, de una altura de más de un metro.
Otra imagen, que no se aprecia a quién representa, luce quebrada en el suelo.
Las personas señalaron que el hecho ocurrió a pesar de que el templo está en pleno centro de la ciudad, frente al parque de la localidad, y a menos de cien metros de la subdelegación de la Policía Nacional Civil (PNC).
“Repudiamos este lamentable hecho ocurrido en la parroquia San Julián Obispo. En horas de la madrugada personas mal intencionadas forzaron la puerta de la iglesia y destruyeron las imágenes. Dejaron las bancas tiradas, robaron y han hecho un destrozo total en la parroquia. Estamos en contra de todos estos actos vandálicos. Pedimos a las autoridades investigar sobre este caso y qué lamentable que la parroquia esté tan cerca de la alcaldía , del CAM (Cuerpo de Agentes Municipales) y no estén atentos a cuidar nuestro municipio”, expresó el usuario de Facebook, Manuel Engelhard, y ex alcalde del municipio en el periodo anterior.
Las impresiones del ex funcionario las publicó antes de que se conociera que una persona con presuntos problemas mentales había provocado los daños.
La fuente de la parroquia señaló que miembros de la Policía les impidieron ingresar al templo mientras hacían la inspección. Esta fue terminada después de las 12:00 del mediodía.
Presuntamente el sacristán fue el que se percató de lo que había ocurrido cuando llegó para abrir el templo.