El 71% de los ríos del alto Lempa tiene un índice de calidad de agua clasificada como “regular”, debido a las actividades humanas e industriales realizadas alrededor de su cuenca, según una investigación desarrollada por el Centro Universitario de Oriente (CUNORI) de la Universidad San Carlos de Guatemala y la Mancomunidad Trinacional Rio Lempa.
Desde su nacimiento en el municipio de Olapa, Guatemala, el río Lempa arrastra los primeros contaminantes provenientes de la mina de oro Cerro Blanco, donde el mercurio, plomo o el arsénico son usados en agua para separar el material precioso de las rocas, estos vertidos recorren toda la cuenca del río debido a que no se diluyen, de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Mancomunidad.
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La explotación minera se desarrolla a cielo abierto en Guatemala y Honduras, pese a las diversas exigencias de los ambientalistas locales e internacionales por el cese de esta actividad.
Aunque las empresas mineras afirman tener la tecnología para tratar las aguas pesadas que regresan a los ríos, los expertos en el tema sostienen que no es del todo cierto. Todas las aguas no tratadas adecuadamente por la minería en Guatemala van a parar al Lago de Güija, en Santa Ana, que se conecta al río Lempa.
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“Nosotros como El Salvador estamos ubicados en la cuenca baja del río y todas las acciones que suceden en Guatemala y Honduras sobre estos temas, incluyendo la minería pesada va provocar altos impactos en la calidad de agua”, sostuvo Héctor Alonso Aguirre, gerente general de la Mancomunidad del Río Lempa, una organización de gobiernos locales de Guatemala, Honduras y El Salvador.
Aguirre detalló que todas estas aguas pesadas “se integran a toda la red del río Lempa y van a parar a la planta procesadora Las Pavas o Torogoz, teóricamente esta agua que nos mandan a San Salvador se trata, pero estás plantas no tienen condiciones para tratar metales pesados ni agrotóxicos”, alertó.
La planta de Las Pavas principalmente se encarga de eliminar contaminantes bacteriológicos como heces fecales, “indiscutiblemente nosotros tomamos agua con niveles de contaminación por agrotóxicos y metales pesados que no podemos identificar porque el agua es clara sin olor”, denunció Aguirre. El Salvador no tiene las condiciones para tratar el agua contaminada por la minería además esto requiere de una inversión millonaria.
Se estima que 5.4 millones de personas viven en la cuenca del río y aprovechan este recurso para pesca, riego de cultivos e incluso actividades domésticas en los tres países.
“Hay ocho factores que provocan la contaminación del río Lempa, es importante considerar que la suma de todos ellos provoca un permanente deterioro de la calidad del agua del río, las condiciones provocan pérdida de la biodiversidad y perdemos capacidad productiva, por consecuencia, diría yo, lo estamos matando de a poco”, recalcó Aguirre.
La cuenca del río Lempa es la mayor vertiente del Pacífico y la única Trinacional a nivel Centroamericano.
Durante los últimos 30 años han surgido diferentes alertas sobre los altos niveles de deterioro que está fuente de agua está sufriendo; aunque algunas están acompañadas de acciones para contrarrestar el daño, expertos en el tema sostienen que no han sido suficiente.
“No es un tema reciente, lo hemos venido manifestando en varios años, vemos que hay un creciente deterioro del río provocado por múltiples factores, todos ellos acciones humanas”, recalcó el representante de la Mancomunidad.
Otra de las vulneraciones más fuertes que sufre el río es la descarga de aguas negras sin tratar, provenientes de San Salvador, directamente en su caudal, bajo el puente Colima. Las turbulentas aguas generan una pérdida de calidad del agua no solo para la biodiversidad que alberga el caudal, sino también para el resto de personas que hacen uso de sus aguas río abajo.
Actualmente el río Lempa abastece a una población aproximada de 1.5 millones de habitantes localizados en la Región Metropolitana de San Salvador (RMSS), y representa el 70% del suministro total de agua potable para esta región, según información publicada en la memoria de labores 2017, de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA).
No existe un dato concreto sobre el porcentaje de aguas negras que es tratado antes de ingresar a la red hídrica natural.
“Posiblemente tengamos un 20%-25% de cobertura de tratamiento de agua, eso puede ser bastante, el resto de las plantas urbanas no tienen tratamiento y por consecuencia van a parar a la red hídrica del país”, señaló Aguirre.
Estos contaminantes favorecen la proliferación de algas, que también resultan tóxicas para los humanos.
“En 10 años hemos deteriorado enormemente, en ese mismo periodo 12% de los ríos han pasado de calidad regular a mala, este es un estudio que hicimos y publicamos en nuestra página web, nos dice mucho de lo que está pasando, vamos a intentar publicar otro al cumplir los 15 años, pero la tendencia indica que se está sufriendo un deterioro impresionante”, explicó Aguirre.
"El Estado debe invertir en tecnología más sofisticada para reducir los niveles de contaminación" en el agua
Pesticidas cancerígenos recorren el Lempa
Según estudios realizados por el Centro Universitario de Oriente y el CATIE, ratificados por la Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa en 2019, en las aguas del río corren al menos tres pesticidas de etiqueta roja por su alto nivel de toxicidad, con ingredientes activos como el endosulfán y el oxamil, que son altamente dañinos a la salud y al ambiente, que siguen siendo usados en la producción hortícola en la región Trifinio.
Lo cual indica la posibilidad de que estos y otros pesticidas sigan siendo fuertemente utilizados en la producción de los 3 países.
Tomando en cuenta la dependencia que se tiene a las aguas del río, la Mancomunidad sostiene que el agua utilizada en las viviendas del Gran San Salvador está altamente contaminada.
Recientemente la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) publicó un estudio del agua en el cual se ha detectado la presencia de nuevos contaminantes emergentes en el río Lempa, en el río Sucio, en el Embalse del Cerrón Grande y en una muestra de agua potable que fue tomada en San Salvador.
Entre los nuevos contaminantes se encuentran fármacos, pesticidas, hormonas y otros productos de cuidado personal, indicaron los investigadores.
La agricultura se beneficia del Lempa, lastimandolo a su paso
A lo largo de sus 360 kilómetros recorridos en el territorio salvadoreño el río Lempa baña diferentes zonas de cultivo, principalmente los distritos de riego y avenamiento en Zapotitán, La Libertad, Atiocoyo, La Libertad y Lempa Acahuapa en San Salvador, siendo el río que domina el comportamiento hidrológico.
Pero a su paso los productores generan serios daños al Lempa con el uso indiscriminado de agroquímicos, entre fertilizantes y agrotóxicos, así como el manejo inadecuado de productos derivados del café, que durante su proceso de lavado generan “el agua miel”, sustancia que puede ser tóxica para el consumo del ganado.
“Donde el río nace en Olopa, Guatemala se contamina también por la industria del café que es una de las que afecta enormemente la calidad de agua”, señala un estudio desarrollado por la Mancomunidad.
Las denuncias caen en saco roto
“Nosotros hemos denunciado insistente número de veces cuando hay mortandad de peces en el río, llamamos a los medios de comunicación y esto ha implicado que muy pocas acciones se realicen desde los tres Estados, porque es una responsabilidad”, recalcó Héctor Aguirre, gerente general de la Mancomunidad.
En los últimos ocho años se han interpuesto diferentes denuncias con los que se ha obtenido “muy poco resultados, sobre todo El Salvador que es el país cuenca abajo”, que recibe los mayores impactos.
En 2020 se convocó diferentes organizaciones, ONG y entidades locales, ministros de Medio Ambiente para plantear esta problemática y pedirles a las autoridades que se abogará por el río; sin embargo, esta fue la única reunión en la cual se logró reunir a las autoridades “desde ahí ha habido muy poca respuesta de las autoridades de los tres Estados”, señaló Aguirre.
A raíz de esta reunión, al menos 35 organizaciones de la sociedad civil se han unido para presentar un anteproyecto de Ley que busca la restauración y conservación del río Lempa, está iniciativa fue presentada a la Asamblea a finales de junio de 2024.
“Dado que es la columna vertebral de El Salvador, consideramos que es necesario una legislación sobre este río en ese sentido debemos tener una legislación especial que nos permita actuar, las entidades del Estado, la sociedad en su conjunto para proteger un recurso tan estratégico como es el río Lempa”, dijo Aguirre.
Las leyes existentes se vuelven muy generales y antiguas que no están actualizadas a las problemáticas actuales, mientras que en la reciente Ley del Agua no hay un abordaje específico para proteger este recurso.
Bajo este contexto el anteproyecto señala la necesidad de establecer un marco institucional de protección, conservación y restauración del río Lempa y sus cauces.
Así como establecer un régimen de infracciones y sanciones ante las conductas que degraden los componentes de la cuenca y los ecosistemas que la alimentan, siendo el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales la entidad encargada de aplicar esta Ley.
En este mismo avance las asociaciones piden que sea la Dirección de Obras Municipales (DOM), encargada de identificar las partes de la cuenca alta, media y baja así como obras de protección y control de la cuenca.