El director ejecutivo de Cristosal, Noah Bullock, ofreció ante una comisión de derechos humanos del Congreso de Estados Unidos tres parámetros para medir la implementación del régimen de excepción en el país.
Esto, en vista de las miles de denuncias de violaciones a los derechos humanos en este periodo y a las repetidas solicitudes de actores dentro y fuera del país que urgen al oficialismo derogar esta suspensión de derechos constitucionales.
En este periodo se ha registrado una serie de abusos como detenciones arbitrarias, torturas y hasta muerte de personas bajo custodia del Estado. Además, hay un hostigamiento a los medios que reportan temas que incomodan al oficialismo.
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En vista de estas críticas, Bullock llamó a fijarse en la legalidad, la proporcionalidad y la necesidad del régimen de excepción.
¿Es legal?
Noah Bullock afirmó que el primer punto a evaluar es si la declaratoria de estado de excepción cumple con todo lo que ordena la ley. Diversos observadores han apuntado que el gobierno no ha certificado que la crisis que originó el régimen se siga dando en el país.
¿Es proporcionalidad?
Según Bullock, es fundamental que las medidas tomadas no sean más dañinas que el problema que las generó. En este caso, si bien hay una percepción de mayor seguridad, hay miles de denuncias de abusos de poder y excesos de fuerza, así como violaciones a derechos humanos y un profundo debilitamiento de la democracia.
¿Es necesario?
El tercer punto a evaluar, según el director ejecutivo de Cristosal, es si el régimen de excepción es la única medida que puede responder a la coyuntura actual o si, en cambio, hay otras medidas y herramientas dentro del marco legal salvadoreño que puedan abordar la situación sin generar tanto daño.