Entre el 1 de abril y el 18 de mayo, la Policía Nacional de Guatemala capturó a 37 salvadoreños, todos supuestos miembros de pandillas, que intentaban llegar a México o a Estados Unidos, afirmó el Ministerio de Gobernación de ese país.
Un reporte de la Agencia Guatemalteca de Noticias indica que “del total, 27 han sido expulsados del territorio y 10 aprehendidos. Además, se ha identificado a 17 presuntos pandilleros del Barrio 18, y 13 de la mara Salvatrucha. Entretanto, de 7 no se ha determinado a qué grupo criminal pertenecen”.
Las capturas fueron realizadas por agentes de la División de Puertos, Aeropuertos y Puestos Fronterizos (Dipafront) de la PNC, los cuales mantienen acciones de prevención en la frontera entre ambos países.
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En El Salvador, las autoridades reportaron que hasta ayer por la noche el total de personas capturadas era de 32,000, en el marco del régimen de excepción, en vigencia desde el pasado 27 de marzo.
Mientras el discurso oficialista tilda de terroristas a la totalidad de capturados, han salido a luz denuncias de familias que exponen que la captura de su pariente fue arbitraria e injusta.
Hasta la fecha, al menos 17 personas que estaban en prisión han muerto. Familiares de algunos de esos fallecidos han denunciado que les entregaron los cadáveres con evidentes señales de tortura o golpizas.
En otros casos, los detenidos murieron porque no les dieron sus medicamentos que debían tomar a diario para controlar enfermedades crónicas, según parientes consultados.