El cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar emérito de San Salvador, denunció que el estado de excepción impuesto por el gobierno de Bukele es un “régimen de terror” que viola derechos fundamentales como la libertad de expresión, de reunión, de un juicio justo, privadas las correspondencias.
“Esto es algo peligrosísimo para los que tienen conciencia de lo que es la dignidad humana”, advirtió el purpurado salvadoreño en declaraciones que recogen Radio Hogar de la Arquidiócesis de Panamá y la Agencia de Noticias del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM).
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Más de 68,000 personas han sido detenidas en virtud del régimen de excepción vigente desde hace un año, al menos un centenar han muerto en prisión y el gobierno ha tenido que reconocer que liberó a cinco mil por no poder comprobar su pertenencia a pandillas o grupos delictivos, después mantenerlas encerradas incluso por varios meses.
Según Rosa Chávez, las maquinarias propagandísticas del gobierno venden una imagen positiva del país. “Presentan una cara de un país muy maravilloso, donde todo era felicidad y alegría, paz, tranquilidad y yo tenía que decir que había muchísimo sufrimiento”, explicó.
Así lo expuso en su homilía del 24 de marzo, con motivo del 43o. aniversario del martirio de San Romero, pero esto le valió “un ataque frontal y descarado que nunca había vivido en mis 40 años de obispo”.
El obispo auxiliar emérito denunció que opera una maquinaria de propaganda muy avasalladora que “no respeta ningún criterio ético y que aplasta al adversario, quién se opone a esta decisión de la vida social”.
Los ataques contra su persona persisten desde las redes sociales.
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Según el purpurado, el hecho más reciente fueron los ataques de un diputado del oficialista partido Nuevas Ideas, quien lo acusó “de estar comiendo del mismo plato con pandilleros”, palabras que provocaron una avalancha de improperios contra el cardenal.
“Ese tuit me lo mandaron y me cayó en gracia, porque me recordé de Jesús que comía con publicanos y pecadores”, comparó.
El prelado dijo que el trabajo con muchachos en riesgo “se ha detenido, porque está totalmente criminalizado”.
Para Rosa Chávez es “nadie tiene derecho a redimirse con este enfoque, por supuesto, no es un enfoque cristiano para nada”, refiriéndose al régimen de excepción.
El cardenal expresó que como pastores “debemos seguir el ejemplo de Romero” hasta las últimas consecuencias.
El purpurado afirmó que las relaciones entre el gobierno y la Iglesia Católica se han enfriado. “En anteriores gobiernos había un teléfono directo al que uno podía llamar y hablar con algunos funcionarios y hasta con el Presidente o había un enlace con quien tomar contacto con el gobierno; hoy no hay nada de eso, ningún contacto ha habido desde que llegó el presidente (Nayib Bukele) al poder”.
“ Es un muro que se ha levantado y eso nunca pasó antes y es algo que yo recalqué, porque es un fenómeno que llama muchísimo la atención en un país con tanta tradición, donde la Iglesia ha estado presente, con tantos mártires derramando su sangre como Óscar Romero”, observó.