La organización no gubernamental Cristosal ha recibido 2,878 denuncias de casos de violación a derechos humanos entre junio y septiembre de este año, según informó este miércoles durante la presentación de su cuarto informe situacional sobre esta medida transitoria.
En su informe detalla diferentes violaciones de derechos humanos tales como detenciones arbitrarias, prácticas de tortura, malos tratos y desplazamiento forzado.
Cristosal señala, además, el impacto de la prolongación del régimen de excepción en las mujeres, tanto en su condición de privadas de libertad como de las familiares de personas detenidas y las condiciones inhumanas y denigrantes que sufren en los centros penitenciarios.
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El informe también advierte sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes que continúan siendo afectados en sus derechos, tanto al momento de la detención de sus padres, como en su posterior cuido y manutención.
Representantes de Cristosal hicieron un llamado al cese del régimen de excepción por considerarlo inconstitucional. Además instaron al cese de las violaciones de derechos humanos.
Zaira Navas, jefa jurídica y de Estado de Derecho de esta organización, dijo que los últimos tres decretos que prorrogan el régimen de excepción tienen graves vicios de inconstitucionalidad.
En cuanto a los patrones de violaciones de derechos humanos Navas explicó que han identificado las detenciones arbitrarias y el allanamiento a la morada sin orden judicial.
Navas también mostró su preocupación por las capturas basadas en denuncias anónimas. Según denuncias recibidas en Cristosal, se ha detectado la captura de personas por venganza de parte de policías y soldados.
En cuanto a las muertes al interior de los centros penales, Cristosal registra 80 muertes hasta el 18 de octubre. Según la documentación de la organización, algunas fueron víctimas de abusos y torturas según testimonio de personas que han salido en libertad.
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Navas dijo que todas estas muertas deben ser explicadas por las autoridades penales y de seguridad.
Entre otras violaciones dentro de centros penales está la desatención de salud para personas con enfermedades crónicas, falta de acceso a medicamentos y falta de información a familiares sobre las condiciones de salud.
En el caso de las mujeres, Cristosal detalla las violaciones a sus derechos pues son víctimas de abuso, acoso policial, son detenidas en condiciones inhumanas y denigrantes, sin acceso de agua ni otros implementos de aseo personal.
“Más de 150 mujeres fueron recluidas en celdas con espacio para 20, no se les provee agua para bañarse ni toallas sanitarias”, expresó Navas.