El líder indígena Silverio Morales junto con abogados de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) denunció el lunes la segunda captura de su hijo, en el contexto del régimen de excepción, a pesar que un juzgado le ordenó medidas alternas a la prisión.
Según los denunciantes, el 30 de noviembre de este año el joven Leví César Morales Ramírez fue puesto en libertad en el Centro Penal de Usulután, por orden del Tribunal Primero Contra el Crimen Organizado de Santa Ana y por solicitud de la misma Fiscalía General de la República (FGR), pero fue capturado por segunda vez en el mismo momento.
“Desconocemos los motivos y fundamentos jurídicos ya que la misma FGR había solicitado su inmediata libertad. Consideramos que estamos nuevamente ante una detención ilegal y sin fundamento" manifestó la representante de FESPAD, Ariela González.
El padre del capturado junto a FESPAD y otras organizaciones sociales hicieron un llamado a las diferentes instituciones para que investiguen el caso. En concreto pidieron al fiscal general, Rodolfo Delgado, que revise la razón de por qué no se ha dado cumplimiento a la orden libertad que ellos mismo solicitaron.
Por otra parte hicieron un llamado al Comisionado Presidencial de Derechos Humanos, Andrés Guzmán, para que constate las irregularidades derivadas del incumplimiento de la orden judicial de libertad Morales Ramírez y la Órgano Ejecutivo que revise la situación denunciada para corregirla y, además, pueda tomar las providencias necesarias para que casos como estos no se sigan dando.
Héctor Carrillo, director ejecutivo de FESPAD hizo un llamado a mantener un estándar mínimo en materia de justicia penal, a pesar de las circunstancias adversas que enfrenta el Órgano Judicial, al estar sobrecargado por todos los procesos que se han abierto en el actual contexto.
“Esta situación es sumamente grave, estamos ante un caso donde la misma Fiscalía pidió la liberación de una persona, un juzgado la ordenó y hay una instancia administrativa que se negó a cumplirla” señaló.
Primera captura
El hijo del líder fue capturado la primera vez la noche del 11 de noviembre de 2022 cuando regresaba a su vivienda después de lavar unas jícamas.
Morales Ramírez se desplazaba hacia el cantón El Cerrito, en el municipio de Nahuizalco, minutos después de las nueve de la noche, cuando los policías, realizan un operativo en la zona, le dispararon y el joven tuvo que tirarse junto a un vehículo para no ser alcanzado por las balas.
El cultivo de jícama es un negocio familiar que todos los integrantes de la familia Morales cuidan durante el día. Por la noche, después de cortar los frutos, debido a que no tienen servicio de agua, se movilizan hasta otra comunidad donde les proporcionan el líquido para lavarlos y venderlos un día después.
En esa ocasión el detenido fue acusado por el delito de agrupaciones ilícitas, en la segunda captura, tanto los defensores como la familia, desconocen cuál es el delito que le han imputado y qué institución ordenó su detención.