Desconsolados y sin saber que hacer así se encuentran los padres de un joven de 13 años, quienes eran acompañados por los padres de otro muchacho de 17, ambos detenidos la semana pasada por la Policía en el municipio de Mercedes Umaña; en el departamento de Usulután; y luego trasladados al Centro de Resguardo municipal de San Miguel; lugar adonde son llevados los y las jóvenes menores de 18 años privado de libertad, en la zona oriental.
“No nos han dicho nada acá, desde el primer día estamos viniendo y no sé nada. Yo quiero que me digan por qué me lo han traído, mi hijo no salía casi de la casa, no le hallaron naditita … nadie me ha explicado” es el reclamo de una madre.
El grupo de personas que buscaban conocer sobre la situación de sus hijos menores de edad se ubican en la entrada del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM) en San Miguel, sobre la avenida Roosevelt; donde también se encuentra el Centro de Resguardo municipal, con la esperanza de que alguien les explique qué pueden hacer legalmente para ayudar a sus hijos.
A partir del 27 de marzo pasado, debido a las detenciones originadas bajo el régimen de excepción el Centro de Resguardo municipal de San Miguel pasó de tener, en promedio, cinco menores de edad privado de libertad a llegar a tener 100 personas.
“Tenemos resguardo a todos los menores de edad de la zona oriental. Con capacidad para albergar hasta 100 menores. Actualmente se tienen 55 jóvenes y no tenemos ningún problema de sobrepoblación. Las autoridades están tardando no más de 15 días para hacerles la audiencia y trasladarlo a un centro de internamiento, pero ese proceso le corresponde a la fiscalía, como a los diferentes juzgados, no participamos de eso”, comentó el Coronel Joaquín Mendoza, director del CAM en San Miguel.
Encargados de la custodia de los jóvenes
Los adolescentes privados de libertad, acusados de pertenecer a estructuras criminales, esperan en el resguardo un promedio de 15 días para que se desarrolle la audiencia inicial en relación a su caso, y posteriormente son trasladados a centros de internamiento como el Sendero Libertad en Ilobasco, al de Ahuachapán o el de Tonacatepeque. Las jóvenes menores de edad son trasladados al Centro Integral María Auxiliadora, en Ilopango.
Algunos de los adolescentes han sido detenidos en sus viviendas, otros departiendo con amigos, la mayoría tiene tatuajes y son investigados por participar con pandillas, comentó el jefe del CAM.
Sin embargo, la madre de un joven de 17 años, detenido, residente en cantón Los Horcones, de Mercedes Umaña, asegura que su hijo no tiene tatuajes y que su delito fue tratar de comprar un teléfono celular con $100 que le dio su padre.
“Esto fue alguien que lo acusó injustamente, porque le vieron el dinero y no pudieron creer que él podía andar esa cantidad, y a lo mejor se preguntaron que de dónde lo saco y avisaron a la Policía”, expresó la mujer.
Hasta este martes al mediodía, en el centro de resguardo se encontraban ocho mujeres y 47 varones.
“Antes el máximo era de 5 menores, no por asociaciones terroristas, si no por otro tipo de delito y no permanecían más de tres días. Hubo momentos en que las bartolinas estaban a cero personas en las cuatro celdas; una para el barrio 18, otra para MS, una tercera celda para los jóvenes que manifiestan que no pertenecen a ninguna estructura y una cuarta celda para señoritas”, explicó Mendoza.
Los jóvenes privados de libertad reciben atención del INSA, institución encargada de la alimentación, atención psicológica y médica con el apoyo del MINSAL; sin embargo los periodos de fin de semana o feriado son atendidos por la doctora de la Clínica Municipal.