El padre Edwin Baños, de la parroquia de Metapán, hizo un llamado a las autoridades de Justicia del país para que investiguen si en realidad todos los detenidos bajo el régimen de excepción son culpables y que si hay inocentes se liberen.
A la fecha hay más de 72,000 detenidos bajo el régimen de pérdida de garantías constitucionales.
“De esos que están en la cárcel, usted y yo no somos quién para decir, porque no lo sabemos, quién está ahí con justicia o de manera injusta. Se podrían dar porcentajes, pero no nos corresponde a nosotros”, señaló el sacerdote en entrevista con el medio TVX.
“¿Cuál es mi llamado? A que los que están injustamente (detenidos) las autoridades correspondientes ocúpense de liberar, después de investigar que es injusto, y que recobre su libertad”, dijo Baños.
Organizaciones civiles registran casos de detenciones arbitrarias en el contexto de las detenciones masivas.
En el caso de Cristosal, registra no solo detenciones arbitrarias sino también 174 muertes de personas que estaban bajo custodia del Estado. Los cuerpos de las víctimas presentaban evidencias de golpes, choques eléctricos, enfermedades en la piel, desnutrición, asfixias y estrangulaciones.
Recientemente, para “agilizar los procesos judiciales” y “facilitar el trabajo a los fiscales” el oficialismo aprobó que se emitan juicios masivos con hasta 900 personas, con una prueba para incriminar a todos los procesados, pese a que esta no corresponda a todos los implicados. Asimismo las pruebas no serán indispensables para el proceso.
Expertos en derecho y organismos internacionales se han alarmado por la falta al debido proceso del que todo ser humano es garante.
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El sacerdote lanzó otro llamado a las autoridades de la nación a tomar medidas acertadas en torno a la justicia que implementan, debido a que estas medidas podrían revertirse.
“Hay decisiones que pueden ser apresuradas, pueden estar mal asesoradas y que en un momento de la historia pudiese también revertirse sobre quien las toma, porque la justicia también llega”, apuntó Baños.
El padre Baños reconoce que si bien hay personas que por haber delinquido o haberle causado un daño a la sociedad pagan las consecuencias legales de sus actos, sin embargo lamenta que no se profundice en las razones que llevan a los jóvenes a integrar grupos delincuenciales.
“Causas hay: familias destruidas, jóvenes con poca educación”, afirmó. Para Baños algo que sería un dato importante a la hora de hablar sobre el régimen es que todo joven que ingresaba a pandillas lo más probable es que no fuese alumno de educación superior, lo cual lamenta.
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“Cuando una persona ha delinquido, cuando ha cometido un daño a la sociedad, debe repararlo. La segunda oportunidad a él le vendrá después de tantos años que en Justicia pagó lo que hizo”, explicó.
Otras faltas
Las personas detenidas bajo el régimen de excepción tienen en raciones los alimentos, según las autoridades penitenciarias y de Justicia, pero Baños lamenta que haya casos en los que la comida proporcionada por los familiares de los detenidos no llegue a quien corresponde.
“Piden alimento a la familia, cuando la familia lleva a veces no se la reciben, esto lo digo con conocimiento de causa, o si lo reciben no llega a la persona que se lo mandan”, denunció el sacerdote.