Óscar Ernesto Hernández Caballero, de 44 años, es una de las últimas víctimas que muere mientras estaba en prisión, luego de ser capturado bajo el régimen de excepción, de forma arbitraria, según familiares y vecinos.
Óscar no era pandillero, no era miembro activo de la Mara Salvatrucha (MS-13) como consignaron en su informe los policías que lo llegaron a capturar el pasado 23 de enero en Sacacoyo, departamento de La Libertad.
Más bien, Óscar era una persona servicial. Excepto el año pasado, en diciembre era contratado por la alcaldía de Sacacoyo para que se disfrazara de Santa Claus. “Resultaría contradictorio que siendo miembro activo de la MS, como falsamente han dicho los policías, la alcaldesa Mayra Zetino lo contratara para hacerla de Santa (Claus) y se tomara fotos con él”, afirmó un vecino que lo conoció.
En efecto. Por su condición física, alto, fornido y de tez blanca, Óscar era contratado por la comuna de Sacacoyo para que se disfrazara de Santa Claus y animara los eventos de las fiestas de fin de año con los que la alcaldía agasajaba a los niños del municipio.
De hecho, este mismo domingo, la alcaldía de Sacacoyo publicó un obituario en el que presenta sus condolencias a la familia de Óscar. En su cuenta personal de Facebook, la alcaldesa Zetino comentó: “Elevo una plegaria al creador por el eterno descanso de mi amigo Oscar y que conceda el consuelo a la familia y amigos”, escribió la funcionaria municipal en su cuenta personal.
En un sentido más personal, en otra publicación escribió: “Mi más sentido pésame niña Vero, familia y amigos por la pérdida de un amigo muy especial de nuestro municipio. Gracias por su cariño, por su generosidad y disposición para sumar siempre por el bien común. Dios le de el descanso eterno. Un abrazo hasta el cielo a quien con mucho cariño llamábamos Oso”.
La alcaldesa publicó varias fotografías donde ella está junto a Óscar durante sus presentaciones como Santa Claus.
Por su condición física (alto y fornido) en Sacacoyo a Óscar lo conocían con el sobrenombre de Oso. Tenía varios tatuajes pero ninguno era alusivo a grupos de pandillas, aseguran familiares y amigos. Se los había hecho mientras vivió en Los Ángeles, Estados Unidos.
A su retorno a El Salvador, se asentó en Sacacoyo, donde por 13 años convivió con Verónica. Juntos administraban un negocio propio.
Los policías de esa localidad estaban conscientes de que Óscar no pertenecía a ningún grupo de pandillas.
Por una llamada anónima
De acuerdo con familiares y amigos, días antes de que fuera capturado, Óscar fue intervenido por unos policías, en un lugar fuera del municipio. Estos le vieron los tatuajes y preguntaron a la policía de Sacacoyo si era pandillero, a lo cual les respondieron que no lo era.
Pero tres días después de esa intervención, varios policías llegaron a la casa a detenerlo. Dijeron que lo capturaban porque había sido denunciado como pandillero mediante una llamada anónima. ¿Diez meses después de estar en vigencia el régimen de excepción y no había sido capturado? ¿Por qué?, porque no era pandillero, se pregunta y responde un amigo de Óscar.
De inmediato fue llevado a las bartolinas policiales conocidas como “El Penalito”, sobre la calle Concepción de San Salvador. De ahí lo habían intentado trasladar al penal de Mariona e Ilopango (ex Cárcel de Mujeres) pero en ambos no lo habían querido recibir por su condición de salud, dijeron a El Diario de Hoy, familiares de la víctima.
Verónica, su esposa, le había llegado a dejar las medicinas que necesitaba permanentemente para su enfermedad y para curarse una llaga que tenía en un pie. Óscar era un paciente diabético. Tenía diabetes tipo 2, a consecuencia de esa enfermedad, tenía una llaga en un pie que necesitaba curarse todos los días.
Fue hasta el pasado 14 de febrero, cuando un oficial de la Policía Nacional Civil (PNC) encargado de las bartolinas, que se identificó como el Inspector Vásquez, le llamó al abogado de Óscar. Le dijo que lo habían trasladado de urgencia al hospital Zacamil y que era necesario que le avisara a la familia para que lo fuera a ver porque era posible que muriera.
La familia logró hablar con él. Le habían amputado el dedo de un pie porque se le había gangrenado y le habían hecho dos transfusiones de sangre. Todo eso ya era conocimiento del juez que llevaba su caso, afirmó un familiar.
Óscar le contó que solo dos gasas le habían entregado. Lo anterior a pesar de que su esposa le había llevado dos bolsas de gasas, pues sabía que las necesitaba para curarse el pie diabético.
Logró contar que un reo lo curaba porque no había personal médico, ni un doctor, ni un enfermero. Un recluso conseguía gasas que escondía en su bóxer para poder curar a Óscar.
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Óscar afirmó que por mucho que se quejara de dolor no le daban atención médica. La familia sospecha que la falta de atención médica complicó el cuadro clínico de Óscar, quien murió debido a una “shock séptico”, es decir, una infección en todo el cuerpo.
Ya estaba en trámite la audiencia especial para sacarlo de la cárcel
“En el hospital Zacamil han sido muy profesionales. Desde el 14 de febrero que lo ingresaron me lo mantuvieron con vida, hasta ayer que murió” dijo Verónica mientras recibía el cuerpo de Óscar en la morgue del hospital Zacamil, en Mejicanos.
El caso de Óscar no es único… se ha repetido decenas de veces con personas que han sido capturadas bajo el régimen de excepción, acusadas de ser pandilleros o colaboradores de esos criminales, con tan solo una llamada anónima como indicio policial o porque tiene tatuajes aunque no sean alusivos a pandillas.
De acuerdo con familiares y vecinos, Óscar tenía tatuadas las letras LA, de Los Ángeles, en referencia a los Dodgers, equipo de béisbol de esa ciudad americana, donde vivió por muchos años, casi desde que era un niño.
Óscar era originario de Santa Ana pero tenía muchos años de haberse radicado en Sacacoyo donde era muy reconocido. “Usted cree que si hubiera sido pandillero los policías no lo hubieran capturado mucho antes”, comentó un familiar.“Ya estaba solicitada la audiencia especial con un peritaje del Instituto de Medicina Legal. El juez había ordenado al hospital que le informara cuál era el estado de salud. Tenía todos los documentos para salir, pero ya no alcanzó a llegar”, afirmó una persona cercana al proceso judicial, quien dijo que posiblemente entre miércoles y jueves de esta semana le harían la audiencia especial en un intento de sacarlo de prisión debido a su condición de salud.