El ministro de Justicia y Seguridad, Héctor Gustavo Villatoro Funes, confirmó la mañana de este lunes en un programa televisivo que en el Centro de Confinamiento de Terroristas conocido como CECOT están recluidos 14,500 integrantes de las pandillas, pese a que el penal tiene capacidad para 40,000.
Villatoro justificó el bajo número de reos en el CECOT, en comparación con los 81,900 detenidos en el contexto del régimen de excepción, explicando que el CECOT solo es para pandilleros “brincados”.
“El CECOT está diseñado para los miembros de la organización, aquellos que ya había matado, ya se habían brincado, que se conocían como homeboys, palabreros, corredores de clica, corredores de programa, ranfla histórica, ranfla en la libre, para ellos está diseñado”, declaró.
Por otra parte, Villatoro Funes negó los señalamientos de algunas organizaciones sociales que los pandilleros están en mejores condiciones en esa prisión, con mejor atención de salud y hasta gimnasio.
“Cuando se reciben estas misiones internacionales puede haber una confusión, pero el equipo de gimnasio es exclusivo de los guardias penitenciarios. El estado en el que se encuentran estos asesinos seriales, es una celda comunitaria de más de 75 (reos) por celda y todos sometidos a la disciplina del CECOT”, aseguró.
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Según un reporte de la cadena BBC, realizado en febrero de este año, los reos duermen en camarotes o literas de metal, sin colchón y sin sábanas y comen solo “arroz, frijoles, un huevo duro y pasta”.
Entre los pandilleros que se encuentran en el CECOT, están unos con condenas de más de 200 años por participar en el secuestro, tortura y asesinato de cuatro soldados, cometidos en octubre de 2016.
En contraste con las afirmaciones del ministro, familiares de personas recluidas en ese penal han confirmado a El Diario de Hoy que, dentro del CECOT se encuentran reos capturados en el régimen de excepción, sin tatuajes y sin condenas.
Asimismo mostraron recibos de transferencias que han realizados a los reos a través del sistema penitenciario, done pueden transferir hasta 500 dólares a los detenidos, para que puedan comprar alimentos y productos de primera necesidad dentro de la prisión.