Henry Eleazar Joya Jovel, de 45 años, fue enterrado en una fosa común en el cementerio La Bermeja, de San Salvador, pero con el nombre de Enri Cuéllar Jovel. Él padecía de una enfermedad mental que lo hacía hablar incoherencias, relatan sus familiares.
“Él no era una persona normal, padecía de amnesia y hablaba incoherencias, pero en la colonia Luz todos los vecinos lo querían porque era bien servicial, era bien obediente”, afirmó Jesús Joya, el hermano, quien hasta el pasado lunes, 19 de septiembre, dejó de andarlo buscando, tras enterarse que había muerto el 25 de mayo y enterrado en una fosa común el pasado 8 de julio.
De acuerdo la familia, Henry fue capturado el 21 de abril en la colonia Luz, en San Salvador; estaba dormido en su habitación cuando los policías lo sacaron y se lo llevaron capturado bajo el régimen de excepción, por el delito de agrupaciones ilícitas, es decir, pertenecer a pandillas. Pero Jesús Joya, hermano de la víctima, asegura que su hermano no eran ni por cerca ningún miembro de pandillas.
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“La Policía llegó y le dijeron que lo acompañara, no puso resistencia, el no era normal, era bien obediente”, afirmó Jesús.
Tres días después de ser capturado, Henry fue trasladado de las bartolinas conocidas como El Penalito, hacia el penal de Mariona. El Diario de Hoy registró en fotografía, el momento cuando era trasladado. Esa fue la última vez que su familia supo de él. “Me dolió ver cómo lo llevaban”, dice Jesús.
Agrega que fue a Mariona donde dejó sus datos personales y un número de teléfono para que lo contactaran en cualquier emergencia. Él quedó como responsable de Henry, por eso le indigna que teniendo forma de avisarle, ninguna autoridad o funcionario le haya notificado que su hermano había muerto.
El primer mes le dieron información de él: le dijeron que estaba en el sector 5, celda 32 alta. Luego lo pasaron a la 28 alta. Pero desde finales de mayo, en Mariona dejaron de darle información. Le decían que no estaba en ese penal.
Creyendo que lo habían trasladado, Jesús anduvo de penal en penal preguntando por su hermano, pero en ninguno le daban razón.
Buscó ayuda en la Procuraduría de Derechos Humanos, pero no le sirvió de mucho. El pasado lunes volvió a ir a la Procuraduría y de repente se le ocurrió ir al Instituto de Medicina Legal (IML).
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“Ayer mismo (lunes) que salí de la Procuraduría, me dejé ir a Medicina Legal; de repente sentí una corazonada, como que ya presentía en el corazón. Me preguntaron qué era de él, les dije que era mi hermano, y que en Mariona no me daban información”.En Medicina Legal le dijeron que habían llevado a uno pero que se llamaba Enri Cuéllar Jovel. De repente se acordó que Medicina Legal y la Fiscalía siempre hacen fotos a los cadáveres y pidió que le mostraran las de ese muerto.
Así fue como se enteró que su hermano había muerto el 25 de mayo y lo habían enterrado el 8 de julio anterior.
En Medicina Legal se excusaron diciéndole que lo habían sepultado en fosa común porque nadie había llegado a preguntar por él. Pero Jesús dice que nadie les avisó que estaba enfermo o que había muerto, a pesar de que en el penal de Mariona sabían cómo contactarlo.
“Es demasiado injusto que muchos inocentes están muriendo. Dicen cero homicidios pero ellos están matando a muchos reos. Si me hubieran dicho que mi hermano estaba muerto yo lo habría ido a traer, lo hubiera velado, pero ahora me tocará llevarlo de un solo a enterrarlo”, comentó Jesús.
De momento, él ha iniciado los trámites para exhumar el cadáver de Henry; la Fiscalía le ha dicho que no podrá velarlo. Cuando le den los restos, lo enterrarán en San Sebastián, San Vicente, donde Henry nació y se crió.