Desde el jueves, Vanessa llega antes de las ocho de la mañana a las bartolinas conocidas como “El Penalito” en San Salvador, en busca de alguna información sobre su esposo Edwin. Él fue detenido en San Jacinto durante el Régimen de Excepción, impuesto el domingo en la madrugada por el Gobierno de Bukele.
Hasta la fecha, según datos de la cuenta de twitter del presidente Bukele, en seis días han detenido al menos a 4,357 personas.
Vanessa asegura que al momento de la detención, los policías les dijeron que solo iban a investigar una presunta denuncia por accidente de tránsito y que luego de verificar los datos regresaría a la casa, pero eso no sucedió. “Llegaron con mentiras a sacarlo de la casa”, asegura.
Desde la captura, la familia ha intentado obtener datos sobre el lugar en donde ha sido trasladado para al menos comprarle comida y el kit de higiene, pero a pesar de los reiterados intentos no han obtenido ninguna luz. Al igual que ella madres, hermanas y esposas de los detenidos en las últimas horas bajo el régimen de excepción se concentran en largas filas para pedir información sobre sus parientes quienes fueron llevados a bartolinas.
Vanessa y Edwin tienen tres hijos, uno de 12, otro de 4 y uno de 7, este último estaba cumpliendo años el día de la detención de su padre y presenció el momento en que agentes de la PNC y soldados lo sacaban de su casa. La familia se dedica a la venta de gas propano, según Vanessa él era el encargado del negocio y ahora que está detenido sus ingresos se ven afectados porque ella pasa todo el día tratando de dar con su ubicación.
Este sábado la familia tenía planeada una piñata para su hijo pero los planes se han quedado en pausa por la ausencia del padre. “Y teníamos planeada la piñata de mi niño. Teníamos planeado partirle un pastel de chocolate a Ricardo”, dice Vanessa entre lágrimas.
Ella hace un llamado a las autoridades para que investiguen antes de detener a una persona, pues asegura que esto está afectando a muchas familias. “Justos pagan por pecadores. Mi esposo no tiene nada que ver, me deja a mis hijos ahí en la casa, él es el que nos mantiene y es bien difícil estar así con incertidumbre”, dice.
También denuncia que los detenidos han sido maltratados por fuerzas de seguridad. “Aquí los tratan como que fueran animales, ayer dicen que les estuvieron pegando, ellos no son animales, son humanos, es el papá de mis hijos y me duele, créame que me duele que esté allá adentro”.
Muchas familias revisan la lista de detenidos que se encuentra pegada en la puerta para saber si aparece entre los recluidos.
“Paren, les pido que me lo devuelvan. Quiero que me lo devuelvan, quiero a mi familia otra vez”, ruega Vanessa mientras sus ojos se inundan de lágrimas.