El régimen de excepción implementado en el país cumplirá tres años el jueves 27 de marzo, mientras que el 30 de marzo María cumplirá también tres años de no ver a su hijo Mario.
La última vez que lo vio fue cuando salía montado en una patrulla de la delegación policial de Monserrat junto a otros dos hombres. Uno de ellos era su compañero de trabajo.
Mario Raúl Romero Martínez era el encargado de un negocio de instalación de estructuras metálicas ubicado en el barrio Zurita. Dicho negocio le fue heredado por su padre después que falleciera. Mario tenía entonces apenas ocho años. Fue capturado por la policía a los 38 años, y ahora todo indica que cumplirá el 28 de mayo sus 41 años dentro de la cárcel.

Por el dominio territorial que ejercían las maras antes del marzo de 2022, Mario, su madre y sus dos hermanos sufrieron acoso y sobre todo por la extorsión; debían pagar alrededor de cien dólares semanales para que los pandilleros dejaran operar el negocio.
Tres meses antes de la aprobación del régimen, Mario necesitaba un ayudante, por lo cual contrató a un jóven, al que llamaremos Ricardo, que en repetidas ocasiones le había pedido trabajo.
Mario nunca sospechó que Ricardo estuviera vinculado con las pandillas y por lo tanto nunca pensó que contratarlo le podría traer consecuencias. Tres días después de aprobado por primera vez el régimen de excepción, ambos se encontraban en un negocio de lácteos ubicado sobre la 3a Calle Poniente en el Centro Histórico donde estaban dejando un pedido.
VER: Régimen de excepción cumplirá tres años con nueva prórroga
Mientras Mario estaba en el interior de la quesería, Ricardo fue interceptado por soldados y policías para registrarlo. Cuando revisaron su celular, encontraron supuestos audios y “mensajes raros” alusivos a pandillas y lo arrestaron.
Cuando Mario salió del negocio, los soldados detectaron que Mario trabajaba con Ricardo y también lo detuvieron. Investigaron si tiene antecedentes o posee algún indicio de pertenecer a pandillas. Luego de unos minutos, el jefe de la cuadrilla dio la indicación de llevarse a los detenidos. En ese momento, uno de los soldados dijo: “Pero al gordo (Mario) no le hemos encontrado nada. Ya le revisamos el teléfono, el pick up, la cartera, le revisamos todo y nada”.
Aún así, llevaron a Mario, a Ricardo y a otro hombre capturado a la delegación de la PNC sobre la Alameda Juan Pablo II, frente al Parque Infantil. Ahí, la expareja de Mario llegó a pedir que lo liberaran porque no tenía ningún delito, a lo que uno de los policías contestó: “Eso ya lo sabemos, pero como andaba cargando a esos “delincuentes” va para adentro también”. La mujer le volvió a suplicar que lo liberaran porque no tenía ningún ilícito y otro policía le contestó: “No lo podemos soltar porque ya anotamos que llevamos tres capturados” y posteriormente lo trasladaron a la delegación de Monserrat.
Por la noche de ese mismo día, la cuenta de X (antes Twitter) de la Fuerza Armada realizó una publicación donde muestra cuatro fotografías y detalla: “Ubicamos a 10 presuntos terroristas. Fueron entregados a la PNC”. En una de las fotografías publicadas aparece Mario con una camisa y gorra negra, junto a los otros dos hombres detenidos y tres soldados.

Minutos después de su detención, llamaron a María, para avisarle sobre la captura de su hijo. Es cuando comenzó el calvario de la madre que desconocía por qué detenían a su hijo, quien era un hombre trabajador y el que más le ayudaba económicamente, como lo define ella.
DE INTERÉS: "No esperábamos que regresara a casa de esta forma": Muere joven madre bajo el régimen
María considera la captura de su hijo injusta, y también irresponsable porque las autoridades no le han dado en tres años información sobre él. Las únicas veces que puede averiguar algo es cuando lleva el paquete para reos al Centro de Detención La Esperanza, o mejor conocido como Mariona. Cada vez que llega pregunta a los custodios del centro penal si aún se encuentra ahí. Supuestamente investigan y le comunican que continúa en ese penal.
Sin embargo, esto sucede una vez al mes, con suerte, asegura María. Pues, ella es una mujer de la tercera edad que no cuenta con un trabajo, una pensión o un ingreso económico fijo, por lo que le resulta complicado reunir cada mes el dinero para el paquete de su hijo.
Trabajador desde niño
Con la muerte de su padre, Mario junto a su hermano de diez años comenzaron a aprender a administrar el taller y a hacer el trabajo que desarrollaba su padre. A los quince años Mario ya sabía gestionar el negocio mientras que su hermano emigró a los Estados Unidos para buscar mejores oportunidades de vida.
Desde pequeño aprendió a trabajar para mejorar sus condiciones de vida. Mario le ayudó a su madre a construir una casa en el barrio Zurita, donde también realizaba algunos trabajos de soldaduras y estructuras metálicas.
Con el tiempo, Mario pudo mantener a flote el negocio. Había abundancia de trabajo, asegura María.
Cuando inició el régimen de excepción, no tenían claro lo que era, pero deseaban que las pandillas dejarán de amenazarlos y hostigarlos con la renta.

“Una vez estaba soldando un carro, y llegó un bicho (pandillero) a decirle: mirá, ¿y por qué no mandas el dinero?” Cuenta la madre. Entonces Mario entró en un forcejeo con el pandillero y éste le dijo: “si me tocas, mirá para allá”. Y le señaló donde le esperaban cuatro pandilleros más. “Ese día llegó a la casa con golpes en la cara y varios moretones” relató la madre.
“Marito se fue detenido por haberle dado trabajo al cipote. En ese tiempo arrollaban, no miraban quién sí era y quién no. Mi hijo no es pandillero como lo han puesto ahí” asegura María.
La angustia de una madre
Lo que a María le angustia más es no saber si su hijo está bien, es más, no sabe con certeza si aún está vivo. Su mayor deseo es poder hablar aunque sea por unos minutos con él.
TE PUEDE INTERESAR: Muere joven liberado con insuficiencia renal tras dos años encarcelado
Tal es su preocupación que asegura haber tenido visiones y sueños, donde ha compartido por fugaces momentos con su hijo.
María ha encontrado refugio en su devoción religiosa, y reza a Dios todos los días pidiendo información sobre su hijo y para que salga libre.

El proceso judicial de Mario está estancado. En un principio, un abogado de oficio de la Procuraduría General de la República defendía sus intereses, pero, la madre asegura que nunca le mostraba un avance en el caso. Por ello María optó por prestar dinero para pagar un abogado particular con la esperanza de que pudiera sacar a su hijo lo más pronto posible, pero ahora sabe que este abogado solo fue a dejar unos documentos al Tribunal Contra el Crimen Organizado donde procesan a Mario y ya no supo nada más del individuo.
Una constancia de antecedentes penales emitida el 8 de junio de 2022 respalda que Mario no posee ningún historial delictivo.
“Dios ahorita me bendice, pero llegará un momento en el que ya no podré caminar y yo necesito a mi hijo fuera. Una de madre sufre, me duele el corazón porque mi hijo está pagando por algo que no tiene que pagar”.
El 4 de marzo de 2025, la Asamblea Legislativa conformada por 57 diputados del partido oficialista Nuevas Ideas aprobó la prórroga número 36 del régimen de excepción, la cual estará vigente desde el 7 de marzo al 5 de abril del presente año.
Las cifras oficiales del gobierno exponen que en tres años se han capturado aproximadamente 85,000 personas, "incluidos principales líderes de los grupos de pandillas".
Según estimaciones de las organizaciones sociales, unos 25,000 detenidos en el régimen de excepción no estarían vinculados con las pandillas. El mismo presidente Nayib Bukele, por su parte, informó en noviembre de 2024 que 8,000 personas inocentes han sido liberadas bajo medidas sustitutivas a la cárcel.

MÁS SOBRE ESTE TEMA
KEYWORDS
Captura Arbitraria El Salvador Regimen De Excepción Sucesos Ver Comentarios