Dos abogados dijeron a El Diario de Hoy que la reforma a los indultos es simplemente una maniobra retórica y una herramienta mediática.
Este martes, los diputados reformaron la Ley Especial de Ocursos de Gracia (indultos) en el sentido de prohibir que se acojan a este beneficio personas con sentencia firme en crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra, delitos relacionados a pandillas, así como funcionarios que hayan cometido hechos ilícitos valiéndose de su cargo”.
Wilson Sandoval, experto en transparencia, afirmó que estas propuestas solo son beneficiosas “en la medida en que existe separación de poderes y un sistema que realmente pueda enjuiciar a corruptos, especialmente a quienes son parte del sistema actual”.
Si esto no existe, afirmó el abogado, estas medidas no tienen ningún efecto práctico en la realidad. Y El Salvador, apuntó, está perdiendo aceleradamente lo que queda de independencia judicial.
Ante este panorama, “estas medidas pasan a ser más bien un discurso y no medidas que en la práctica vayan a tener una repercusión real frente a la corrupción”.
En el mismo sentido opinó Otto Flores, representante de la organización “Los siempre sospechosos de todo”. A su criterio, “esto se está utilizando para generar una buena opinión al régimen (de excepción) como al Gobierno”.
Asimismo, señaló que busca mediatizar más las prórrogas de estado de excepción y obtener más simpatía por parte de la población.
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Preocupación por los detenidos arbitrariamente
Otto Flores llama a tener cuidado con el impacto que puedan tener estas reformas en las personas que han sido detenidas de forma arbitraria en estos cinco meses de régimen de excepción.
“Es preocupante porque puede ser que mucha gente que ha sido detenida durante el régimen y que no tenga ninguna vinculación con pandillas, termine condenada y no se le permite utilizar estos beneficios de los ocursos de gracia (indultos)”, señaló el representante de “Los siempre sospechosos de todo”.
Desde el 27 de marzo, según cifras del gobierno, más de 50,000 salvadoreños han sido detenidos por supuesta afiliación a pandillas. Sin embargo, hay muchos casos de inocentes detenidos por su aspecto o por vivir en zonas vulnerables, según organizaciones que velan por los derechos humanos.