El Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR) y el Comité de Familiares de Presas y Presos Políticos de El Salvador (COFAPPES), acompañaron a familiares de detenidos, en sus palabras, de forma arbitraria en el marco del régimen de excepción a presentar 50 habeas corpus a la Corte Suprema de Justicia ante la falta de respuesta de las diferentes instancias.
Según informó Ivania Cruz, representante de COFAPPES, a El Diario de Hoy, con estos nuevos documentos presentados, se suman un total de alrededor de 250 hábeas que se han registrado entre ambas organizaciones. MOVIR, además, ha realizado alianzas con otras organizaciones como Tutela Legal en las que ha recopilado en al menos 500 habeas corpus.
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De todas las personas detenidas que han documentado, solo para una persona detenida hubo una resolución favorable por tener problemas de salud. A las demás personas que aún no han tenido una respuesta, las autoridades les justifican de que no se ha comprobado un arraigo. “Esto porque no existe un tipo de formalismo cuando las personas están presentando estos documentos por sus propios medios, nunca con ayuda de un apoderado sino como un recurso que cualquier ciudadano puede hacer”, destacó Ivania.
Ivania insta a que los magistrados deberían de evaluar y valorar la situación individual de cada persona, según los arraigos que se anexan y se presentan. La representante de COFAPPES, explicó que la mayoría de los casos que ellos continúan recibiendo están relacionados a la criminalización de la pobreza, muchos de ellos son de familias de muy escasos recursos, muchos de ellos de La Unión, Sonsonate y Usulután.
“Muchos solamente vienen con el pasaje, precisamente a la presentación de los documentos, vienen señoras adultas mayores que se han encargado de sus nietos porque la madre, el padre o ambos están detenidos, quienes quedan en situación de abandono”, destacó Cruz.
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La madre de José Renderos Martínez es una de las asistentes a la Corte Suprema de Justicia para solicitar su liberación, quien fue detenido el 2 de octubre del 2022. Él estaba estudiando su segundo año de bachillerato general y jugaba en el Fútbol Club Marte. El día de su captura iba a las cinco de la tarde a uno de sus partidos. “Solo por su corte de pelo lo maltrataron, insultaron y aseguraron que era un pandillero”, explica su mamá.
Ella y el padre de José, quien también fue capturado tras abogar por la libertad de su hijo, fueron a solicitar a la delegación que lo dejaran ir pero en cambio recibieron amenazas de también ser detenidos. “Es injusto lo que está haciendo el presidente, dándoles autoridad a policías y soldados porque no investigan bien y solo se llevan a los jóvenes quitándoles el futuro”, dijo la madre de Renderos.