La defensa de Raúl Mijango solicitó ayer ante el Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena, la libertad condicional humanitaria del condenado por extorsión, debido a su grave estado de salud. La petición fue realizada durante una audiencia especial.
Mauricio Aguilar, abogado defensor, explicó que Mijango cumple con una serie de requisitos que la ley establece para acceder a ese beneficio.
Haber cumplido un tercio de la pena, ser mayor de 60 años y el padecimiento de tres enfermedades graves irreversibles, son algunos de los requisitos que cumple su defendido, expuso Aguilar.
Sin embargo, el juzgado, por petición de la Fiscalía General de la República (FGR), ordenó que se solicite un nuevo informe médico al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) sobre la condición de salud del condenado.
El convicto padece de insuficiencia renal crónica, diabetes e hipertensión, según consta en la documentación presentada por la defensa.
Caminando con dificultad Mijango fue llevado al centro judicial donde dijo que tenía fe y esperanza y que espera que “Dios haga su voluntad”.
“Yo padezco insuficiencia renal en estado terminal y mi vida depende de una máquina a la que tengo que conectarme dos veces por semana”, explicó.
En manos del ISSS
El defensor agregó que espera que el ISSS realice de manera rápida y oportuna la nueva evaluación médica a Mijango. “Esperaría que sea un poco rápido debido a la delicada situación de salud de mi representando”, agregó Aguilar.
El abogado indicó que en los últimos dos meses su defendido ha tenido que ser ingresado en el hospital, al menos cuatro veces. “En una de esas ocasiones permaneció trece días en el hospital porque el estado de salud de mi representado es grave”, dijo.
El ex mediador de la tregua entre pandillas cumple una condena de 13 años con cuatro meses de cárcel por el delito de extorsión agravada en calidad de cómplice con cabecillas de la MS y la 18 Revolucionaria y Sureña.
La sentencia fue dictada en octubre de 2018 por el Juzgado Especializado de Sentencia “B” de San Salvador por considerar que Mijango intervino para cambiar la modalidad de la extorsión entre una empresa afectada y los pandilleros.
Según las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), la extorsión que pagaba una empresa de cereales pasó de montos en efectivo a especies, de las cuales Mijango, como mediador de pandillas, obtuvo beneficios.
La Fiscalía estableció durante el juicio que desde 2010, una empresa de cereales comenzó a pagar la extorsión a las pandillas MS y 18 para que les permitiera repartir sus productos en las colonias, ocasionando pérdidas de $15,000 al mes.
Sin embargo en febrero de 2014, cabecillas de las tres pandillas se reunieron con dos empleados de la empresa y Mijango para acordar que la extorsión fuera pagada pero con productos para luego ser vendidos y obtener ganancias, según declaró en el juicio un testigo criteriado.