El embalse de la presa El Chaparral (renombrada como 3 de Febrero), en construcción sobre el río Torola, en San Miguel, está vacío desde inicios de febrero, según trabajadores y vecinos de la construcción.
El 15 de marzo anterior, un equipo de El Diario de Hoy lo comprobó: aguas arriba del dique, una gran mancha café se extiende en las riberas; es la vegetación que el agua pudrió mientras el embalse estuvo lleno. De cerca, un olor a podrido se mete en la nariz y entre el monte podrido y la tierra cuarteada, se observan las tenazas y caparazones de cangrejos.
Algunos trabajadores que pidieron reserva de sus nombres aseguran que fue vaciada de emergencia debido a agrietamientos y graves filtraciones de agua en los muros de la Casa de Máquinas y en el dique, es decir, el muro que retiene el agua para la generación de energía.
Documentos obtenidos por El Diario de Hoy y las afirmaciones de trabajadores desmienten lo dicho por el presidente de Comisión Ejecutiva del Río Lempa (CEL), Daniel Álvarez, quien el 28 de febrero anterior afirmó que la Presa El Chaparral había comenzado a generar energía.
A la fecha que Álvarez hizo tal afirmación, el embalse de la presa El Chaparral ya había sido vaciado para dar paso a reparaciones de urgencia, por tanto, no estaba generando electricidad.
La presa El Chaparral ( renombrado como 3 de Febrero), lleva más de un mes de haber sido vaciada debido a graves filtraciones. Video EDH/ Eduardo Alvarenga
Registros de la Unidad de Transacción (encargada de la administración del mercado mayorista y operación del sistema eléctrico de potencia y sus interconexiones a nivel de la región de Centroamérica y Panamá) indican que la presa El Chaparral, renombrada como 3 de Febrero, generó 0.7 gigavatios, es decir, 700 megavatios durante enero. Y no hay registro de que lo haya hecho en febrero o antes de enero, según la misma entidad.
Es más, la Unidad de Transacciones solo registró un día de enero los niveles de agua del embalse de la presa 3 de Febrero. Fue el 25 de ese mes a las 23 horas, es decir, 11:00 p.m.
Grietas, fisuras y filtraciones
“Ese volado solo es galladas. Grietas por todos lados. Es peligroso quedar soterrado. Resume agua por todos lados”, comentó una persona que trabaja en la construcción de la presa hidroeléctrica que a más de 15 años de haber iniciado, aún no se puede dar por concluida la construcción a pesar de las promesas de los gobiernos de turno.
“Ese asunto está bastante delicado. Hay serios problemas en esa cosa porque está bien grieteada en el fondo, abajo, y hay una fuga de agua tremenda. Ya días están luchando con eso pero no pueden mejorarlo”, indicó un vecino que también está al tanto de la situación.
A lo que los trabajadores de la presa se refieren consta en un documento de la CEL, de fecha 10 de enero de este año, en el cual decidieron hacer una contratación directa para solventar los problemas de agrietamiento y filtraciones de agua en la casa de máquinas.
En la Sesión (de la junta directiva de CEL) No. 4019, del 10 de enero de este año, Orlando Antonio Quijano Santamaría, director ejecutivo en funciones, sometió a consideración de la junta directiva, la solicitud de Carlos Mauricio Duque, director del proyecto, para que se autorizara el inicio del proceso de contratación directa para “Impermeabilización en concretos en niveles inferiores de casa de máquinas, del proyecto hidroeléctrico El Chaparral”.
De acuerdo con el documento, las filtraciones detectadas en la casa de máquinas eran cuatro en diferentes sitios.
La primera que menciona el documento es la filtración en un muro que limita con la Cámara de Oscilación y en zonas puntuales de la losa de piso de apoyo de tableros eléctricos y electrónicos.
Otra de las filtraciones fue detectada en “muros a nivel de cuarto de bombas y de Separador agua-aceite”.
Los otros dos lugares donde había filtraciones, según el documento, son la “Salida de agua en la base de la válvula de pie”, y en el “nicho del manhole del cono de aspiración de las unidades #1 y #2”.
En la acta de la referida sesión se dejó plasmado que “La ejecución de estos servicios debe realizarse sin postergación, pues de no hacerlo implicaría un riesgo para los equipos electromecánicos existentes al interior de la Casa de Máquinas”.
En razón de esa urgencia, se acordó que el trabajo fuera ejecutado por la empresa Tyazhmas, S.A. de C.V., sucursal El Salvador, una empresa rusa que lleva años trabajando en la presa El Chaparral, incluso haciendo trabajos en la misma Casa de Máquinas.
El monto de esa contratación directa es de 860,000 dólares y el plazo para ejecutar “los trabajaos necesarios para proteger la casa de máquinas y evitar su deterioro, como también evitar afectaciones en los equipos electromecánicos al interior de la misma”, es de 122 días calendario.
De acuerdo con diversas fuentes, esos trabajos están en ejecución, a todo vapor, pues CEL se ha propuesto que para el segundo trimestre de este año, el embalse esté lleno a su máximo nivel para entrar de lleno en operaciones, algo que los empleados y lugareños consultados ya no creen pues ha habido otras fechas tentativas de que la presa entre en operaciones. La última de esas fechas fue para finales de diciembre anterior.
Entre septiembre y octubre de 2022, la CEL se propuso, como objetivo principal, que la presa El Chaparral comenzara a generar energía antes del 31 de diciembre de ese año. Sin embargo, eso no fue posible porque detectaron otra serie de filtraciones durante el cierre de uno de los ductos.
En la sesión (de junta directiva de CEL) No. 4015 del 8 de diciembre de 2022, se acordó pagar, mediante contratación directa, la suma de $3,688,377.32 para la ejecución del proyecto “Obras complementarias y cierre del segundo conducto de desvío de la presa, del proyecto hidroeléctrico el Chaparral”.
No obstante, luego de ejecutar el proyecto anterior, a poco más de un mes, la junta directiva tuvo que adjudicar el proyecto para cerrar las fisuras y gritas por donde se filtraba el agua a la casa de máquinas.
Pero CEL ha fallado no solo en llevar a buen término la presa El Chaparral y ponerla en funcionamiento; también les ha fallado a habitantes de decenas de comunidades aledañas al proyecto, debido a que no ha ejecutado los proyectos de infraestructura social que les viene prometiendo desde hace muchos años.
Casas comunales, mejoramiento de escuelas, pavimentación de calles, etc., son las deudas que CEL aún tiene con muchos vecinos de los municipios de San Luis de la Reyna, Carolina y San Antonio del Mosco, por ejemplo.