Habitantes de los alrededores del lago Coatepeque, en Santa Ana, se organizaron por segundo día consecutivo para protestar por el supuesto cierre de la única entrada pública a la playa del lago, conocida como el bajadero El Manguito.
Una de las personas que llegó a la zona explicó a El Diario de Hoy que bloquear la calle, con un muro o portón, significa dejar sin entrada a una de las pocas zonas públicas del lago a residentes y turistas.
“Vamos a pelear con uñas y con dientes por este lugar porque aquí venimos a bañarnos, a traer agua para nuestras casas y a lavar”
expresó una de las personas que se opone al cierre de la zona
La mayoría de los accesos que tiene el lago de Coatepeque, declarado como Reserva Natural Protegida por el Ministerio de Medio Ambiente el 17 de febrero pasado, está en áreas de ranchos y fincas, por lo tanto el acceso a la orilla del lago es muy restringido.
El Manguito, llamado así por el nombre de una pequeña isla frente a la playa del bajadero, está ubicado en la caserío Agua Caliente del cantón Planes de la Laguna, al lado del cerro El Afate, lugar donde se está construyendo una residencial del lujo de nombre Aguas Calientes Lake Villas, a pesar que de acuerdo al estudio de suelo y de zonificación hecho por el Ministerio de Medio Ambiente, esa es un área de máxima protección por su riqueza natural.
El Diario de Hoy publicó en 2020 un reportaje en el que se demostraba que desde el inicio de la construcción ese proyecto no contaba con permisos ambientales. En enero de 2020 la alcaldía de Santa Ana, con Milena Calderón como alcaldesa, denegó el permiso de parcelación y terracería para la construcción del proyecto habitacional. Pero ahora el proyecto sigue viento en popa con la alcaldía santaneca en poder de Nuevas Ideas y sin reparos del Ministerio de Medio Ambiente.
“Vamos a pelear con uñas y con dientes por este lugar porque aquí venimos a bañarnos, a traer agua para nuestras casas y a lavar”, expresó una de las personas que se opone al cierre de la zona.
La tarde del lunes 11 de abril, la noticia de intento de cerrar la calle al bajadero El Manguito corrió como pólvora entre los pobladores. Esto generó preocupación e indignación y se rumoró que habría maquinaria que se encargaría de poner piedras en el camino y luego colocar muros en el contorno de la entrada.
A partir de 2013, el lago ostenta el título de la “Octava Maravilla del Mundo”, otorgado por el sitio web Virtual Tourist. Frente a esta “maravilla del mundo” los manifestantes expresaron su descontento.
Desde ese día, los pobladores llegaron a cuidar el acceso por varias horas al día; además exponen que esta semana llegaron personas que les explicaron que son representantes del propietario del área donde está la calle, además les mostraron la escritura del inmueble.
Sin embargo, los lugareños son escépticos en cuanto a la legitimidad del documento.
La revista Mala Yerba informó que días atrás personal de Medio Ambiente intentó ingresar a la playa del bajadero El Manguito para una inspección, pero les habrían impedido el paso.
“Ni una gota de agua”
Los lugareños indicaron que este espacio no solo es de esparcimiento para ellos y turistas, sino una fuente de agua de la que se abastecen por falta de este recursos en sus casas. Esto pese a que el agua no es apta para consumo humano.
Al cuestionarlos sobre el acercamiento de la comuna de Santa Ana y ellos para solucionar el problema, aseguraron que enviaron cartas sin tener resultado.
Sandra Ramírez , habitante del cantón Los Planes de La Laguna, explicó que tienen que recorrer unas dos horas desde sus casas hasta la orilla de “El manguito” para lavar y llevar agua a su hogar. Cuando es invierno recolectan agua lluvia para subsistir.
“El lago nos pertenece a todos y es el acceso para todos. No nos pueden decir que no podemos estar aquí porque hasta nuestros abuelos vinieron a bañarse, a pescar y a jalar agua”, aseguró.
Mariluz Ávila y Blanca García viven la misma realidad que Sandra. Para obtener agua potable deben de comprarle a una pipa privada que llega hasta el cantón y es la misma que extraen del lago. Deben de pagar $2.50 por barril y si desean de otro lugar, como del municipio de El Congo, el precio sube a $3 o $3.50 por la misma cantidad.
“No es justo que cierren porque no tenemos otra entrada. El lago es de todos, no solo para algunos. En nuestras casas no tenemos agua potable y todos necesitamos agua”, señaló Mariluz.
Opinión que es secundada por Blanca, quien recordó que sus generaciones pasadas dependían de Coatepeque para sobrevivir. “Antes se podía bajar en cualquier lugar y hoy ya no. Siempre tenemos que andar buscando”, comentó.
Otro de los accesos populares a la playa del lago es conocido como La Bendición, ubicado en la zona turística del ferri y restaurantes en El Faro.
Los pobladores piden al ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales y a Gustavo Acevedo, alcalde de Santa Ana, que se reúnan con ellos para impedir que un posible cierre de esta entrada al lago se lleve a cabo.