Protector de tradiciones de Panchimalco tiene dos años preso en régimen de excepción

Sombrero de copa, lentes oscuros, corbata roja, traje negro y camisa blanca.

Con esa ropa y accesorios, Sabino Ramos (71) tenía años de ser parte de la danza tradicional de “Los Chapetones”, un legado cultural e histórico de Panchimalco, junto a “Los Historiantes”. Pero don Sabino lleva ya casi dos años de no participar en las danzas que tantos años ha cultivado y protegido, porque desde el 28 de abril de 2022 está preso, tras ser detenido en el marco del régimen de excepción, que inició en marzo de ese año.

La danza de “Los Chapetones” se hace tres veces al año: en mayo, en la famosa “Procesión de las Palmas”; en septiembre, en ocasión del festejo de la Santa Cruz de Roma, que es el nombre del templo católico de Panchimalco; y el 7 de octubre, en honor a la virgen del Rosario. La danza requiere a 12 personas bailando; don Sabino ya no ha sido parte porque ha estado en los penales de Mariona y Zacatecoluca, a pesar de no tener relación con ningún grupo criminal.

Sandra Ramos, hija de don Sabino, cuenta que su padre formó parte de la guerrilla y que, tras combatir y desde unos años antes de la firma de la paz, en 1992, se integró al trabajo político en sindicatos de trabajadores y en el FMLN. Con los años, entró al trabajo municipal en la alcaldía de su natal Panchimalco; pero, cuando en 2021 ganó la municipalidad Nuevas Ideas, le pusieron otras funciones, entre ellas trabajar en el parque acuático de Panchimalco y lavar baños.

Ese 28 de abril de 2022, cuando estaba a unos 10 metros de la alcaldía para incorporarse a trabajar por la mañana, ya le esperaban agentes policiales, quienes le detuvieron. Le permitieron hacer una llamada y don Sabino se comunicó con sus hijas, para que fueran a sus terrenos, en Panchimalco, para cuidar a su esposa, Leonor Deodanes, quien ahora con 69 años se ha quedado sola en el lugar y no pudo evitar que se perdiera la cosecha y ya solo le queda una vaca.

Las otras cinco reses que tenían ya murieron, sin el cuido de don Sabino.

Vecinos del bailarín de “Los Chapetones”, quienes hablaron con este medio desde el anonimato por temor al régimen de excepción, explicaron que Ramos no tenía rencillas con nadie y que tampoco andaba en malos pasos, mucho menos como parte de grupos pandilleriles.

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Lo que sí explicaron es que sospechan que esta detención nace de una persona que tiene terrenos a la par de los de don Sabino, una persona vecina a quien siempre molestó que por el lugar pasaban jóvenes miembros de pandillas y que por eso habría señalado a Ramos como “colaborador”; aunque eso en realidad ocurría en muchos otros terrenos del área, como en las cercanías del Cementerio Municipal y otras zonas lejos del casco urbano de Panchimalco, dado que los pandilleros no respetaban los cercos ni la privacidad, según confirmaron voces de la comunidad a este periódico.

“La gente siempre habla. Dicen que una señora de allá le puso una denuncia, que es familiar de él. Ella se enojó, porque los terrenos que tiene él son grandes, entonces hay veredas que se pasan de un lugar a otros, y dicen que ahí sí se pasaban los bichos que andaban allá (pandilleros). Entonces la mujer dijo que mis papá les daba agua y comida, pero no, quienes andaban ahí son unos sobrinos de él, que tienen terrenos ahí también, pero con todo esto que pasó, como hubo una ola de violencia de gente que mataron, ahí se murieron dos cipotes de esos, y solo quedaron dos, y esos dos están presos”, explica Sandra.

Más allá de estos rumores, Sandra se concentra en argumentar el hecho de que su padre no tuvo jamás relación alguna con criminalidad.

“A él lo agarraron solo, no iba con nadie”, aclara la hija de don Sabino, quien lamenta que un parte policial que les mostraron, señala que fue detenido junto a otras personas sospechosas de pertenecer a pandillas. Sandra lo niega rotundamente: “A él no lo hallaron con nadie. Esperaron que se bajara del pickup donde él viajaba cuando iba camino a la alcaldía. Hay personas que vieron cuando se lo llevaban, solo que no le habían puesto esposas ni nada, se lo llevaron hasta la delegación caminando”.

Desde entonces, el único apoyo que han recibido ha sido un abogado defensor puesto por la Procuraduría General de la República, pero Sandra lamenta que no tiene información sobre don Sabino y, a estas alturas, ni siquiera están seguros si continúa con vida.

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“Dos veces nos han llamado para decirnos que mi papá está muerto”, dice la hija de don Sabino. Entre la angustia de no saber si su papá sigue con vida, desde el 17 de abril de 2024 están averiguando si ha sido trasladado a otro penal, pues les llegó el rumor de que enviaron a presos enfermos y de la tercera edad a otro centro penitenciario, aunque nadie les ha confirmado si en ese grupo iba don Sabino.

Como su papá tiene diagnóstico de lumbago y sufre de fuertes dolores en la espalda, su hija tramitó con el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) una constancia, para que en el penal permitieran el ingreso del medicamento; pero el defensor público “nos dijo que no podía hacer nada, que eso no valía”, dice casi entre lágrimas.

Han logrado comunicarse, como familia, con personas que han recuperado su libertad tras estar detenidos; ellos les han dado un poco de esperanza, pues les han contado que Ramos ha estado al menos tres veces en una celda especial en la Granja Penitenciaria de Zacatecoluca, donde colocan a personas enfermas, y que sí, continúa con vida. Pero pasan semanas, luego meses, y no tienen más avances ni certeza de que el bailante de “Los Chapetones” recuperará su libertad.

La familia mostró a este medio la constancia de que don Sabino ha sido empleado de la Alcaldía de Panchimalco desde 2014; también el certificado de que no tiene antecedentes policiales, así como la escritura de los terrenos que tiene en Panchimalco; esto como parte de las pruebas de que no tiene relación con grupos criminales.

Sandra explica que han presentado esos documentos en dos ocasiones desde la detención, pero que el 17 de abril pasado, el abogado defensor les volvió a pedir que reúnan de nuevo los documentos originales, porque los anteriores “ya no tienen validez”. Esto es un golpe para la economía de esta familia de escasos recursos, pues por ejemplo Sandra se ha quedado sin ingresos, tras ser desalojada de su puesto de venta informal en el mercado Ex Biblioteca, como parte del reordenamiento del Centro Histórico capitalino.

“Nosotros no tenemos mucho dinero, a veces lo que puede recogerse son de unos 60 o 70 dólares (para el paquete para su papá), aparte de que eso no se le lleva seguido, a veces le están llevando cada tres o cuatro meses, porque con todo caro y trabajo que no hay…”, dice Sandra con frustración y la incertidumbre de no saber si esos paquetes en realidad están llegando a su papá.

Un luchador, un guerrero

El rostro de Sandra se llena de orgullo cuando habla de cómo su papá ha sido un protector de las tradiciones de Panchimalco durante años.

Don Sabino “luchó para poder mantener esta tradición, a él le gustaba siempre andar participando en toda la cultura de allá del pueblo”, como miembro del grupo que danzaba en “Los Chapetones” y “Los Historiantes”, como puede verse en videos de años pasados en YouTube, así como en fotos que la familia compartió con este medio.

Además de su entrega para proteger las tradiciones de Panchimalco, Sandra narra que Ramos, en su trabajo con el FMLN, “siempre estaba pendiente de todo lo que había que hacer, de las necesidades de la gente. Él ayudó bastante allá en el cantón donde vivía”, donde logró que las autoridades colocaran servicio de agua y alumbrado en la calle.

“Él siempre estaba ahí pendiente de que se cumplieran lo que el alcalde había prometido. Fue un luchador, nosotros lo llamamos así, un guerrero, porque él siempre anduvo metido en muchas cosas para poder sacar un beneficio para la comunidad”, cuenta Sandra, quien narra que Ramos incluso se rebuscaba para apoyar económicamente a personas que no tenían recursos para comprar el ataúd, y ante la muerte de un ser querido “él les ayudaba con dinero para comprar las cajas”.

Don Sabino también se preocupó por lograr que se le entregara una ayuda económica a quienes participaban en las danzas tradicionales, como parte de estimular y proteger que estos bailes no se pierdan.

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José Ángel Ramos, vecino de la familia en Panchimalco y quien conoce de cerca a don Sabino por su labor en la alcaldía, dijo que el ahora detenido “siempre ha sido una persona muy prudente, muy reservada, no se metía en problemas con nadie; al contrario, siempre ha buscado cómo ayudar a los demás”.

Para Ramos, su vecino don Sabino siempre se preocupó de velar por la protección de las danzas tradicionales de Panchimalco, y mantuvo siempre una actitud solidaria y cercana al prójimo en su participación dentro de colectivos sindicalistas, en busca siempre del beneficio de la clase trabajadora.

“Los Chapetones” es un baile con estilo burlesco, que representa la boda de doña Lucrecia de Castilla y don Tomás Reynol, y que busca hacer sátira de los modales burgueses de los españoles de la época. En la danza se representa la presencia de cancilleres de Colombia, Japón, Argentina y China, entre otros países. En mayo, Panchimalco volverá a ver a los 12 participantes de esta danza tradicional, pero sin Sabino Ramos, uno de los protectores de este legado, como parte del baile.

Ante el silencio de países arriba mencionados y de otros miembros de la comunidad internacional, el caso de Ramos se suma al de miles de personas que han sido detenidas de forma arbitraria en El Salvador. Según la oenegé Socorro Jurídico Humanitario, hasta mediados de abril de 2024 han fallecido no menos de 247 personas en los penales tras ser detenidas en el régimen de excepción. En este marco, han sido detenidas más de 75,000 personas según fuentes del Gobierno; y de ellas, al menos 7,000 han sido liberadas, porque no se les pudo demostrar la comisión de algún delito o la relación con grupos criminales.

Junto a su hermana mayor, Susana Wendy Ramos, Sandra termina diciendo que “confiamos en que pueda salir, porque mi papá no debe nada, es injusto que vayan a tenerlo ahí por mucho tiempo. Ya lleva dos años. Ha perdido casi todas sus cosas, su trabajo, sus bienes, todos está perdiendo. Pero seguimos con la esperanza en Dios de que en poco tiempo podamos lograr que pueda salir”.