La deuda que el Gobierno tiene con la Universidad de El Salvador es de $47 millones, así lo han denunciado las autoridades de la casa de estudios superiores, quienes han señalado que a esta fecha la universidad atraviesa por una crisis económica que amenaza con afectar su normal funcionamiento.
El rector Juan Rosa Quintanilla ha señalado que, de no solventarse el impago del Gobierno, esto conlleva riesgos como la cancelación de servicios básicos como agua potable, electricidad y conectividad de internet; así como también falta de fondos para el pago de becas remuneradas a 1,200 estudiantes, y el desarrollo de otros programas académicos.
“Como Concejo Superior hemos tomado algunas medidas para garantizar el normal funcionamiento de la institución, obviamente no queremos llegar a un extremo radical en donde las actividades académicas y administrativas puedan suspenderse”, dijo en la entrevista de Frente a Frente el pasado martes.
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El rector expuso que una de las medidas que han tenido que adoptar ante la crisis presupuestaria es la suspensión del programa de auxiliares de cátedra; este programa beneficia en cada ciclo a un grupo entre 80 y 100 estudiantes de cada una de las facultades, expuso.
“El programa auxiliares de cátedra estimulaba a estudiantes con mejor desempeño académico para que tuvieran apoyo en investigación y en docencia, ese programa pasaría en todo caso a movilizar de forma voluntaria a estudiantes porque en términos económicos no habría posibilidades de transferirlo debido al recorte presupuestario”, dijo a El Diario Hoy Rafael Narváez, de la Facultad de Ciencia y Humanidades, quien forma parte de los colectivos de trabajo de la Red Interfacultades para la Investigación Social que funciona a nivel de las cuatro sedes de la UES.
Rosa Quintanilla explica que desde el 2020, cuando aparece la pandemia, se tomó la decisión de reorientar algunos recursos a las facultades para que fueran estas mismas las que invirtieran en el equipamiento de los laboratorios y en investigación. Además, explica que se invirtió en laboratorios que pudieron adaptarse a las condiciones que la pandemia demandó.
Proyectos de investigación suspendidos
El académico amplía que esto limitó el desarrollo de la investigación científica que son financiados con fondos propios.
“La Universidad tiene una cantidad de proyectos científicos, laboratorios de metodología, de resistencia de materiales, para hablar de las áreas de ingeniería; tiene laboratorios en biología, proyectos con del Instituto de Ciencias del Mar, proyectos de vulcanología, del Observatorio de seguimiento de las política públicas; o sea hay una cantidad de proyectos que la Universidad a través de la Secretaría de Investigaciones Científicas ha venido realizando y que van a ser seriamente afectados por el incumplimiento en las transferencias de fondos desde el Gobierno central”, añade Narváez.
Las autoridades señalan que desde la administración se están generando condiciones para continuar con el trabajo que la universidad ha venido desarrollando, y de seguir en esta dinámica en la que se deben “tomar medidas precisas” podría incluso verse afectado el programa de becas remuneradas a estudiantes. Afirma que estas son financiadas con fondos de ahorro de la UES. “Obviamente los recursos que tenemos son finitos y si el gobierno no asigna los recursos seguramente también serán afectados”, explicó el rector académico.
“El programa de universidad en línea está desfinanciado. Una de las medidas que se ha tenido que tomar para seguir funcionando es suspender también el programa de auxiliares de cátedra”
Juan Rosa Quintanilla, Rector
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Los estudiantes adscritos a las becas reciben montos de $115, $150 y $214 para pago de transporte, alojamiento y alimentación. Este monto se determina a partir de un estudio socioeconómico del estudiante. Este programa también abarca a personas con discapacidad.
“Se están utilizando fondos de ahorro de la universidad para el pago de becas, cuando esto se termine seguramente vamos a tener que suspender. Este es un tema que preocupa a las autoridades universitarias”, expone el rector.
Promesas sin cumplir
El incremento y fortalecimiento del programa de becas de la Universidad de El Salvador fue una de las 14 promesas de campaña, en materia de educación, que hizo el ahora presidente Nayib Bukele cuando era candidato por GANA en noviembre de 2018.
Bukele prometió además el incremento del presupuesto “de una manera gradual hasta superar el porcentaje del PIB de la inversión que hacen los demás países en la región”, así como “convertir a la Universidad de El Salvador en la mejor universidad de Centro América”.
No obstante, 5 años después, tanto autoridades como personal docente aseguran que “ni una” de estas se ha cumplido, por el contrario denuncian que el presupuesto se ha recortado y no se otorgan los fondos en base a lo establecido por ley.
“La falta de asignación de fondos viene desde el 2022, puesto que no se ha transferido de forma completa el presupuesto. Se habló de que iba a haber una inversión de 30 millones en la Villa Centroamericana (para los Juegos C.A. y del Caribe desarrollados en 2023), pero simultáneamente se le dejaron de transferir a la universidad una cantidad de millones”, expone Narváez.
Para el académico, lo que menos se ha cumplido es hacer de la UES la universidad pública con el mayor presupuesto respecto al PIB en Centroamérica, “en eso estamos bajando cada vez más, con una deuda de casi $ 48 millones que está afectando seriamente el desempeño universitario”, acota.
El doctor Raúl Azcúnaga, docente y exvicerrector académico, por su parte señala el aumento de presupuesto que en 2022 fue otorgado a la UES. Señala que este incremento “de alguna manera” vino a suplir necesidades que en ese momento se tenían, una de estas universalizar la gratuidad de la educación.
“El déficit que hoy se genera es producto de los compromisos que se adquirieron con los montos que se habían autorizado y que si esos montos no han estado llegando (por impago ) lógicamente se ha caído en un déficit”, opina.
“La Universidad tiene una cantidad de proyectos científicos que se han venido desarrollando y que van a ser seriamente afectados por el incumplimiento en las transferencias de fondos de parte del gobierno central”
Rafael Narváes, UES
Azcúnaga señala que por años ha existido precariedad en la institución, “nunca los recursos han sido abundantes”, pero ahora está en juego poder atender a estudiantes en la Facultades de Oriente, en la Facultad Paracentral y en la Facultad de Humanidades. “Los presupuestos son insuficientes”, añade.
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Para 2024, la UES tiene una asignación presupuestaria de $114 millones. Las autoridades señalan que $1 millón que el gobierno debió desembolsar en enero aún no se ha entregado.
Programas desfinanciados
“El programa de universidad en línea está desfinanciado. Hemos recurrido con los decanos y decanas que tienen esa modalidad a buscar una fuente de financiamiento adicional que pueda garantizar que la UES le preste ese servicio a los estudiantes. En su momento esos recursos se van a terminar y tendremos que tomar decisiones drásticas”, explica Quintanilla.
Asimismo detalla que dentro del monto de deuda hay proyectos en ejecución que están amenazados, así como los programas de facultades que dependen de la movilización de los estudiantes para hacer sus estudios de campo.
Glen Muñoz, sociólogo y docente en ciencias de educación, y exjefe del departamento de Ciencias de la Educación en la Facultad Multidisciplinaria de Oriente, dice que la situación presupuestaria les ha venido a afectar doblemente: “Hay que recordar que históricamente la facultad ha sido deficitaria, su presupuesto no crece, pero sí hay cantidad de estudiantes que van en aumento”.
El docente se refiere además a la aprobación por parte del Concejo Superior Universitario de un lineamientos de ahorro ante la crisis presupuestaria que se vive.
En esa línea, señala que en toda la universidad están prohibidas las contrataciones de docentes y hay problemas con algunos gastos corrientes como la energía eléctrica y vigilancia.