Escuchar el consejo de su maestra de tercer grado le cambió su vida, le abrió puertas al conocimiento y lo ha llevado a viajar por varios países. Décadas después, Enner Emilio Martínez Morales aún recuerda las palabras de su profesora de 3er. grado, en el Centro Escolar Unión Panamericana, en San Miguel.
“Me dijo ‘tienes que ser aplicado y si te esfuerzas más vas a salir adelante’ ”, narra Enner.
Tras el sabio consejo de la profesora Miriam Velásquez, Enner se decidió a ser un alumno destacado, lo cual le permitió formar parte de la primera promoción del Programa Empresarial Supérate!, esto ocurrió cuando ya cursaba el 8º grado en el Complejo Educativo Ofelia Herrera.
Ahora, a sus 28 años, el joven migueleño está estudiando una maestría en Estados Unidos, en Brandeis University, a través de la prestigiosa beca del programa Fulbright; además realiza prácticas profesionales en Diálogo Internacional, en temas de gobernanza para Latinoamérica, cuyos aspiraciones apuntan a convertirse en un formador de políticas públicas.
Un buen consejo y unos padres que le apostaron a la educación de los hijos; y por supuesto muchos sacrificios de parte del estudiante, son los que permiten escribir esta historia de éxito protagonizada por Enner.
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Hijo de una cosmetóloga y un fotógrafo, Enner recuerda cuando escuchó por primera vez sobre “un nuevo programa que llegaría a San Miguel. Nos iban a dar clases de inglés, computación y liderazgo por tres años. Todo gratis. Recuerdo que mi mamá y yo estábamos escépticos porque este tipo de oportunidades rara vez llegaban a San Miguel”. Lo que describe Enner es parte de lo que aprenden los alumnos a través de Supérate!, además de sus clases en sus respectivas escuelas.
“Yo disfrutaba un montón estudiar, aunque no tenía un ejemplo a seguir, como alguien de mi generación que yo hubiera visto salir adelante a través de la educación… Pero donde aprendí de manera tangible el impacto que tiene la educación, y ahora como economista, pensando en términos económicos en lo rentable que es la educación, fue cuando estaba en 8º grado, cuando llegó la oportunidad de Supérate!”, rememora.
El programa le permitió a Enner conocer a otros jóvenes que provenían de hogares con problemas económicos, pero que se habían convertido en historias de éxito.
“Me dio una mayor expansión (conocer a) esos chicos; también venían de una situación económica difícil, ahora están yendo a buenas universidades y participando en el extranjero, entonces sí se puede”, dice el joven migueleño.
En 2011, Enner se graduó como bachiller de la República. Y en ese punto de la historia, su madre Gloria Oliva estaba empeñada en que de alguna forma cursara sus estudios superiores y que fuera el primer miembro de su familia en obtener un título universitario.
“Yo escuchaba muchísimo de personas que dejaban la universidad por múltiples razones, a mí me daba un poco de miedo y decía ¿tan difícil es?, porque en mi familia nadie había ido a la universidad o nadie la había terminado. No había alguien en quién me apoyara”
Enner Martínez, graduado del programa Supérate!
Gracias a sus buenas calificaciones en la materias de Lenguaje y Matemática y con el apoyo del programa Supérate!, vio una oportunidad de ingresar a la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN).
“Cuando fui aceptado en la ESEN no me dieron beca, y eso para mí fue como: ‘quizás no soy capaz’ o ‘la ESEN no es para mí’. Por otro lado, mi familia no podía costearlo y no podían optar a un crédito. Yo no había aplicado a otra universidad, por suerte mi mamá siempre apoyándome le comentó a unos padrinos y ellos me conectaron con alguien de la UNIVO y conseguí una beca”, narra Enner.
Pero su paso por la universidad migueleña fue breve, ya que ese mismo año (2012) aplicó al Programa de Beca Fantel y a su vez buscó obtener una de las becas que ofrecía la Embajada de los Estados Unidos de América, gracias a la motivación de una licenciada que conoció en la UNIVO.
“Gané una beca de intercambio, fue un semestre, fue mi primera oportunidad fuera del país en 2013. Y ese año obtuve la beca Fantel, era un gran apoyo para poder materializar la ESEN, pero no era suficiente. Pero obtuve un crédito a mi nombre, donde la ESEN, al ver que perseveraba y volví, fue mi garantía (para que le dieran el préstamo)”, explica.
En 2018, Enner se graduó con honores en la licenciatura en Economía y Negocios de la ESEN.
“Este logro no fue fácil, tenía que estar a la altura de otros estudiantes que provenían de colegios privados con excelentes programas educativos. Me costó mucho porque venía de una escuela pública con mucha deficiencia en la currícula, pero había otros compañeros becados de la red pública y eran mi apoyo del ‘sí se puede’; dándonos ánimos, porque era casi estudiar 24/7”, añade.
Gloria Oliva, madre de Enner Emilio, cuenta que su hijo desde muy pequeño era bueno con los números. “Las personas me decían que él era proactivo en todo. Se quedaba dormido en unos sillones de la sala de belleza por estar viendo lo que las clientas se estaban haciendo y lo que iban a pagar. A sus 4 años ya sabía contar, le gustaban los negocios”, recuerda.
Gloria es madre de tres hijos, su hija mayor está casada y la menor cursa sus estudios universitarios. Ella dice que decidió apoyarlos y nunca imponerles un oficio o trabajo.
“Ese es el consejo que le sigo dando a mucha gente para que un niño o una niña se supere, cumpla sus sueños y no se quede a medias; hay que ponerle lo que necesita en la mesa, como: la cartulina, el lapicero, la resma de papel; yo andaba pendiente de ellos, aunque del mercado llevábamos menos frutas o verduras”
Gloria Oliva, madre de Enner
La suma de esos pequeños gestos y de grandes sacrificios son la base que han permitido que hijo tuviera el espíritu, la disciplina y más para lograr recibir cinco becas internacionales, que lo han llevado a países como: España, Bélgica, México, Suiza y actualmente en Estados Unidos, donde cursa una maestría por un periodo de dos años.
Para Enner, esta exposición a espacios internacionales de formación, experiencia académicas y profesionales han sido clave para fortalecer su compromiso en retribuir lo aprendido a los jóvenes salvadoreños.
“La beca en 2018 de Jóvenes Líderes Iberoamericano me dejó el sentir que tengo que llegar a ser un tomador de decisiones. Yo sé que los cambios duraderos y sostenibles son los que se hacen desde la toma de decisión, por eso me veo más como un tomador de decisiones, formador de políticas públicas y proyectos que de verdad generen oportunidades, que sean sostenibles para las juventudes. No sólo es implementar proyectos sino también crear condiciones para que los jóvenes tengan más oportunidades”, comparte, tras recordar la beca que cursó en España y Bélgica.
Enner ha laborado en el Ministerio de Economía como analista de competitividad. También ha sido catedrático en una universidad privada de San Miguel, en el área de pre especialización en Negocios Internacionales. Y en julio pasado fue uno los 36 participantes en el “Programa de Estudios Posgrado” de la ONU que se desarrolló en Ginebra, Suiza. Y sigue apuntando a llevar el consejo de su maestra más allá.