El doctor Óscar Picardo Joao, especialista educativo, afirma que si bien la nueva política de entrega de computadoras a los escolares y docentes desplaza el rol de los Centros de Recursos de Aprendizaje (CRA), estos pueden seguir siendo de mucha utilidad para las instituciones educativas públicas.
Y es que según detalla es importante que las escuelas aún puedan sacarle provecho dependiendo de los criterios pedagógicos que tengan los directores y profesores.
Picardo Joao señala que los CRA, que fueron creados como una herramienta en la época de la exministra Evelyn Jacir de Lovo, pueden hoy en día convertirse en laboratorios de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
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¿Qué es un laboratorio STEM? Estos son espacios en los que se incorpora tecnología educativa cuyo uso esta enfocado en desarrollar en los niños habilidades en ciencia, tecnología, ingeniera y matemáticas; así como destrezas entre las que destacan trabajo en equipo, pensamiento critico y resolución de problemas.
En los laboratorios STEM los alumnos pueden aprender, en una forma divertida, a trabajar con circuitos eléctricos, impresión 3D, solucionar retos de ingeniería y diseño, así como a programar y desarrollarse en el campo de la robótica.
“Es un relevo generacional, pero justamente habrá que planificar qué hacer con esas aulas, qué hacer con el equipo, qué hacer con el personal, qué rol se les puede dar. A mí se me ocurre que esas aulas deberán transformarse en laboratorios, en donde puedan haber equipos de computación y otros de Física y Química”, subraya.
El también investigador, quien dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia, sostiene que el personal que ha laborado como coordinador de los CRA, ya sean técnicos, ingenieros y profesores de informática, pueden ser capacitados en el enfoque STEM.
De acuerdo a lo que expone, cuando los CRA nacieron su enfoque era de apoyo a la escuela y también a la comunidad, lo cual podría ser válido todavía.
Comenta que la primera visión que había de los CRA, cuando estaba el señor Ernesto Richter a cargo y Tony Manzano como parte del equipo (que dio vida al programa), es que fueran centros tecnológicos de apoyo comunitario, como una especie de ciber-café ciudadano, porque en muchas de las comunidades no había dichos lugares.
“Entonces estos CRA podrían transformarse en centros de servicio a la comunidad también, no solo escolar”, señala.
El profesor Daniel Rodríguez, secretario general de la gremial Simeduco, coincide con Picardo Joao en que los CRA pueden reconvertirse en laboratorios STEM, para continuar sacando provecho a los equipos que tienen y sobre los cuales el MINED no les ha dado nuevas instrucciones.
“Nosotros tenemos 12 máquinas pero están obsoletas y 24 laptops pequeñitas de las que dio Salvador Sánchez Cerén en su gobierno. Nosotros las hemos cuidado, pero también tenemos tablets, lectores electrónicos. El compañero apoya en el manejo de todo eso”, indica Rodríguez, al tiempo de señalar que como institución invirtieron en hacer que el aula CRA sea muy segura.