Reyna Vanessa Hurtado Cerna, de 36 años, cumplirá seis meses en prisión a la cual fue llevada por denuncias anónimas: una hecha a través de una llamada a la Policía Nacional Civil (PNC) y otra en la que la identidad de la denunciante está bajo clave, al amparo de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, según familiares y amigos de la profesora.
Vanessa fue capturada bajo el régimen de excepción el pasado 10 de noviembre, en la colonia Ciudad Futura I, municipio de Cuscatancingo, por elementos policiales del puesto que dista no más de 100 metros de la escuela donde la detenida daba clases desde hacía aproximadamente 17 años.
La detención fue realizada aproximadamente a la 1:30 p.m. La maestra se dirigía a la escuela donde imparte clases cuando un agente policial la llamó, diciéndole que solo quería hacerle unas cuantas preguntas. Sin embargo, desde esa hora quedó bajo arresto en el marco del régimen de excepción, por el delito de agrupaciones ilícitas, confirmaron varias fuentes.
Pero el Juzgado Especializado de Instrucción C-4, ante la precariedad de las pruebas presentadas en contra de Vanessa por parte de la Fiscalía, es decir, que no había más investigación contra ella que la llamada anónima, decidió ponerla en libertad bajo fianza. Eso fue en audiencia celebrada el 8 de diciembre.
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Ese mismo juzgado libró la orden de libertad a favor de Vanessa, el 24 de diciembre de 2022. Sin embargo, Centros Penales no la puso en libertad inmediata, a pesar de que la familia hizo muchos sacrificios para reunir la cantidad de dinero que debían entregar como fianza.
Una de las abogadas de Vanessa solicitó al Juzgado Especializado de Instrucción C-4 que pidiera explicaciones al centro penal de Apanteos, sobre el porqué no habían puesto en liberad a la profesora, a pesar de la orden judicial y del pago de la fianza.
Le siguen otro proceso judicial
Fue hasta días después de la anterior solicitud que se enteraron que la maestra continuaba en detención porque le habían iniciado otro proceso judicial en un juzgado de Ciudad Delgado, por los delitos de “limitación ilegal a la libertad de circulación”, que tiene una pena de cuatro a ocho años de prisión.
De acuerdo con lo poco que familiares y amigos saben de ese proceso, la denuncia fue puesta el 11 de octubre del 2022, supuestamente por la misma persona que hizo la llamada el 10 de noviembre, tras la cual la profesora fue capturada, acusada de ser pandillera.
Según familiares, la denunciante ha dicho que Vanessa era una pandillera que amenazaba a sus vecinos para que abandonaran sus viviendas. Supuestamente la persona que puso esa denuncia ha presentado a dos testigos, de los cuales tampoco se sabe su identidad, porque también están bajo régimen de protección.
La información que familiares y amigos de Vanessa tienen sobre este proceso es muy poca. La audiencia preliminar contra la maestra por ese proceso judicial ha sido suspendida en dos ocasiones. El próximo intento de celebrar esa diligencia judicial será el 6 de junio; es de lo poco que han logrado conocer.
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Tanto familiares como amigos de la profesora aseguran que la referida denuncia no es más que una calumnia de una vecina que por años ha sometido a hostigamientos a Vanessa, a tal punto que antes de ser apresada, ella estaba considerando llamar a un juzgado para ponerle paro a los hostigamientos e insultos que recibía de esa vecina.
Vanessa impartía segundo grado en la Escuela Municipal de Ciudad Futura I; tenía a su cargo dos turnos y jamás tuvo problemas en su ambiente laboral, refieren compañeros de labores. En su vecindario, excepto la vecina que supuestamente es la artífice de las denuncias en contra de la profesora, no tenía problemas con ningún vecino.
Amigos y familiares de la maestra aseguran que si la Fiscalía y a las autoridades judiciales hacen una investigación minuciosa sobre Vanessa, seguramente determinarán que la denuncia en su contra no es más que una calumnia, pues de lo contrario, si en realidad fuera miembro de pandillas, el Juzgado Especializado de Instrucción C-4, de San Salvador, no le habría permitido salir libre bajo fianza en el proceso que en esa sede judicial se ventila.