El Tribunal Primero contra el Crimen Organizado de San Salvador ordenó que un pandillero enfrente juicio por el asesinato de una mujer y su hija, ocurrido en 2012 en el distrito de Apopa, en San Salvador Oeste.
Noé Gustavo Reynosa González es acusado de encargar mediante una “wila” (un mensaje enviado por pandilleros desde un centro penal) el asesinato de Gilma Guadalupe Bonilla de Flores, de 38 años; y Stephani Soami Bonilla, de 17.
El reporte judicial establece que Reynosa González y Gilma sostenían una relación sentimental y este habría ordenado asesinarla porque no lo llegaba a visitar a la prisión en la que estaba recluido.
Añade que el 5 de mayo de 2012 varios pandilleros sacaron de su casa a las víctimas, les dijeron que les entregarían dinero y las llevaron a otro sitio en el que las violaron y después estrangularon.
Después, sus cuerpos fueron trasladados a otro lugar en el que fueron enterrados. El reporte publicado por el órgano judicial establece que los cadáveres fueron hallados al día siguiente.
Los cuerpos de la mujer y su hija fueron hallados el 6 de marzo de 2013 en un predio del cantón Tres Ceibas, en Apopa, que servía como cementerio clandestino y donde días más tarde localizaron el cuerpo de otra joven.
LEA TAMBIÉN: Mareros fueron condenados por 13 homicidios en La Libertad
“Ambas mujeres estaban desnudas, semienterradas y con evidencias de haber sido violadas”, indica la nota publicada al día siguiente del hallazgo.
En ese entonces, la Policía Nacional Civil indicó que el crimen estaría relacionado a rencillas entre pandillas, pues, supuestamente, el lugar en el que fueron localizados los cadáveres era dominado por la MS-13 y las víctimas vivían en un lugar dominado por la Pandilla 18.
En otra nota de El Diario de Hoy, publicada el 18 de enero de 2014, se informó de la captura de un sargento de la PNC por supuesta complicidad en el doble asesinato.
El sargento Mardoqueo Rodríguez Ortiz era señalado de haber entregado radios portátiles propiedad de la corporación policial a pandilleros y haber alertado a los delincuentes cuando se encontraban enterrando a las víctimas. Fue detenido en un operativo en el que arrestaron a 30 integrantes de la Pandilla 18 en Apopa.
El jefe de la oficina fiscal de Apopa de entonces, Froylán Coto, declaró: “A la mujer le llamó el excompañero de vida desde el penal de Quezaltepeque y el tipo, como ella no lo iba a ver, se la puso a los demás pandilleros de Valle del Sol en Apopa”, dijo. Agregó que el excompañero de vida le dijo que fuera a recoger un dinero que le mandaba y ella fue a recogerlo junto con su hija de 17 años. “Ahí fue que se las llevaron y los de la 18 de la zona las mataron”, detalló.