La Asamblea Legislativa aprobó este martes modificar el presupuesto general del país por un monto de $311,653 provenientes de un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que pase al ministerio de Economía.
Economía utilizaría los fondos para el proyecto denominado “Programa de Corredores Productivos I, III, IV.
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El proyecto pretende apoyar al sector de las pequeñas y medianas empresas, gestión ambiental y políticas públicas en municipios “priorizados” de la zona costera en los departamentos de La Unión, Usulután y Sonsonate.
Estos recursos asignados al MINEC están compuestos por tres factores: Desarrollo productivo para la competitividad de las pequeñas empresas en el fomento de la sociabilidad para los pequeños empresarios; y el fortalecimiento institucional.
El desglose de apoyos establece que se impartirán asesorías, capacitaciones y asistencias técnicas en competencias y asistencia técnica en competencias empresariales.
Con el desembolso al ramo de Economía, el programa beneficiará de forma directa a 2,740 pequeñas y medianas empresas, según Hacienda, y de manera indirecta a un total de 1.4 millones de habitantes de la franja costera de los tres departamentos.
“Al cierre del ejercicio fiscal se ha ejecutado un valor de $17,991,555.12, quedando un monto disponible de $358,444.88”, explica la propuesta de Hacienda a la Asamblea.
En esto se añade que de los fondos, el BID otorgó una extensión del plazo para desembolsos del contrato de préstamo hasta el 27 de marzo.
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La tendencia de 2023
El gobierno de El Salvador se caracterizó en 2023 por semana a semana reorientar fondos a diferentes rubros del Estado.
Desde el primer trimestre comenzó a llegar a la Asamblea Legislativa la primera tanda de solicitudes de reforma. Hasta el mes de noviembre, el gobierno central, bajo aprobación leal de cada semana, había aprobado movimientos de fondos por más de 940 millones de dólares.
Desde la primera tanda de reformas al presupuesto, expertos en Economía consultados por El Diario de Hoy denotaron un “desorden presupuestario” ejecutado desde Casa Presidencial. Asimismo, se cuestionó que el Presupuesto General de la Nación había dejado de ser una guía sólida del gobierno central.