El pasado viernes 18 de agosto, elementos policiales acompañados de investigadores, miembros de la Inteligencia Policial y fiscales se desplazaron a una finca del cantón Loma Alta, en el municipio y departamento de Santa Ana, seguros de que hallarían armamento y cuerpos enterrados por miembros de pandillas.
Al lugar se movilizaron incluso con maquinaria pesada proporcionada por la alcaldía de Santa Ana, pues esperaban, luego de encontrar una plancha de concreto, hallar el compartimento donde estaban las armas.
De acuerdo con fuentes policiales, quien había recibido la información sobre las armas y cuerpos enterrados es un empleado de Inteligencia Policial, familiar del actual director de la Policía Nacional Civil (PNC). Por la razón anterior, muchos que participaron en el operativo dieron por seguro que la información era certera. Y le dieron prioridad a la información.
Primero, a un investigador, el “informante” le dijo que había huesos; luego llegó personal de inteligencia policial y éstos dijeron que no eran huesos sino armas que estaban debajo de un lugar disimulado como basurero. Al excavar encontrarían un plafón y después encontrarían las armas.
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El informante nunca fue llevado a señalar el lugar, sino que fue el familiar del funcionario policial quien llegó a dar las indicaciones. Sin embargo, luego de hacer varias excavaciones y sondear en varios socavones se percataron que la información era falsa, al no encontrar ni armas ni huesos.
En el sector donde fue realizada la excavación hay presencia de la Mara Salvatrucha, de la clica Stoner Locos Salvatruchos, de acuerdo con fuentes policiales.
Según fuentes policiales, tras el fiasco de la inteligencia policial hubo llamadas fuertes de atención hacia algunos elementos de la corporación policial por haber hecho imágenes del caso y compartirlas en redes sociales.