La comunidad Guajoyo, en Tecoluca, San Vicente, es conocida por su ardua lucha por conservar sus terrenos de los cuales ellos aseguran tienen escrituras, pero recientemente ha aparecido una persona que dice ser dueño de todo el lugar y quiere desalojarlos.
Debido a esto, los habitantes del sitio se han organizado y creado el Movimiento para la Defensa de la Tierra. José Víctor Rodríguez Andazol, de 52 años, y su esposa María Rivera, dos veteranos de la guerrilla, forman parte de este movimiento, el cual alertó a medios nacionales e internacionales la reciente captura de José Víctor.
María Rivera comentó que antes la zona donde viven era bastante peligrosa por la presencia de “muchachos fuertemente armados”. “Daban miedo y si ellos nos pedían agua o algo de comer había que dárselos porque si no nos podían hacer algo”, dijo María.
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Debido a que vecinos miraban que Don José les daba agua o algo más, lo incriminaron y estuvo detenido en el año 2009; pero fue liberado luego de varios días al no comprobar ningún delito.
El día lunes 15 de mayo regresaron los militares a la casa de los veteranos. “Hoy sí nos lo vamos a llevar, tenemos órdenes desde la presidencia en llevarnos a cualquiera que tenga antecedentes” dijo María que le comentó un soldado antes de esposar a Don José.
Él se encontraba dentro de su casa, descansado, ya que las distintas enfermedades que padece le exigen reposo. Los múltiples testigos del hecho comentaron que Don José iba vomitando sangre por su grave estado de salud.
María no se opuso al arresto, pero su suegra intento que no se lo llevaran halando la ropa de Don José y pidiendo a los soldados que no se lo llevaran, ya que tenía miedo de no volver a verlo por su mala salud. “No se oponga, no podemos hacer nada contra ellos” recuerda María, que le dijo a su suegra.
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Minutos después de que se lo llevaron, María llamo al presidente de la comunidad para darle seguimiento a la patrulla.
Llegaron hasta la delegación de Tecoluca, San Vicente, lugar donde estuvieron hasta las 3 am cuando fue movido a las bartolinas de San Nicolás, siempre en San Vicente. Hasta el cierre de esta nota se tiene el conocimiento que en ese sitio se encuentra Don José debido a que no lo han cambiado de lugar por su grave estado de salud.
José Víctor Rodríguez se dedica al cuido de ganado y agricultura, él repartía el trabajo a otros hombres de la zona para que cada uno lograra tener un sustento económico. “Con la captura de él nos hemos quedado sin trabajo. Los militares acá andan sin piedad de la gente trabajadora” comentó uno de los empleados de José Víctor.
María va de un sitio a otro desde que su esposo fue detenido, a veces olvida comer o no le queda tiempo de hacerlo, ya que ella, debido a la falta de su esposo, debe hacerse cargo del ganado y del cuido de sus siembras, aparte de cuidar a su hija de 17 años y su hogar en el que alimenta a varios perros de la calle, gallinas y un perico.
“Yo estoy preocupada porque él está bien enfermo. Solo espero que me lo dejen libre pronto” comentó. Además, en el transcurso del día intenta vender maicillo, miel o distintos productos para lograr sustentar, en parte, económicamente su hogar.
La comunidad espera que pronto quede libre Don José Víctor, ellos y los jugadores del equipo de fútbol que él entrenaba se han organizado y han pedido firmas para comprobar que él no pertenece a ningún grupo delictivo.
“Esperamos que pronto regrese el profe”, “Ánimos, pronto estará con nosotros”, son algunos de los mensajes que recibe María de parte de los jóvenes jugadores de la comunidad.
Ellos tienen la esperanza de lograr la liberación de Don José, ya que anteriormente fue capturado un joven cuando regresaba en su motocicleta de trabajar, pero luego de las súplicas y pruebas que presentaron fue liberado.