Una niña de dos años de edad fue mordida por un perro dentro de la Unidad de Salud de Moncagua, departamento de San Miguel. Esto ocurrió el pasado miércoles, cuando Tatiana Rodríguez llevó a sus dos pequeñas hijas a pasar consulta por una gripe, y uno de los canes que se mantiene en el establecimiento atacó a la menor.
“Las niñas estaban a un metro de distancia viendo unos globos, en ese momento entró una doctora y detrás de ella venían dos perros; cuando el perro le ladró a la niña de dos años y se le fue encima, yo corrí a quitarla, pensé que no la había mordido, pero sí la mordió en el brazo y la pierna”, narró la madre.
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Inmediatamente, el personal de la clínica atendió a la menor para curar las mordeduras y a la vez le colocaron la inyección antirrábica, “porque no se sabe si el perro tiene las vacunas o no. Me dijeron que tenía que llevarla a vacunar. Le llevé por una gripe y la saqué mordida por un perro”, agregó Tatiana.
El perro creció en una casa cerca del centro de salud, pero el animal comenzó a pasar más tiempo en la clínica, al igual que otros perros, al parecer atraído porque alguien los alimentaba. Esa persona se retiró del lugar, pero otra persona continúo alimentándolos.
“El perro se crió en la clínica, la supuesta dueña se lo había querido llevar a la casa y el perro se regresaba a la clínica, al parecer en una ocasión alguien del personal le había dicho a la dueña que ya era de ella porque le daba comida. Ahora que el perro mordió a la niña todo cae sobre ella”, manifestó Tatiana.
La madre sostuvo que el perro “mordió a la niña dentro de una institución, no fue en la calle”, algo que le preocupa ya que se cuestiona: “¿Cómo van a andar los perros dentro de las instalaciones? no es una veterinaria. Eso parece zoológico, no hacen nada, no hay orden, si usted le da comida al animal, él va a estar llegando siempre”, señaló.
La madre interpuso la denuncia ante el Juzgado de Paz de esa localidad. Pero a Tatiana la remitieron a la alcaldía. En la municipalidad, le instruyeron ir a la Fiscalía.
La madre guarda las facturas de gastos hechos para curar a su hija, a consecuencia de la mordida, para que el dueño se haga responsable económicamente.
“La fiscal me dijo que a ver qué se podía hacer, porque al perro no se podía meter preso. Pero le recordé el caso del doctor que fue por un gato, ¿y mi hija no vale nada? A ella la mordió un animal que no tiene vacuna, no sé si puede agarrar alguna infección y yo tengo que ver qué hago”, dijo.
La niña fue examinada en Medicina Legal, ahí el profesional advirtió que la mordedura del brazo tardaría de 10 a 12 días en curar, pero que era necesario estar pendiente de la salud de la menor.
En el municipio de Moncagua no existe una Unidad de Bienestar Animal, y cada vez que la comuna recibe una denuncia por mordedura de perro en alguna persona, dicha acusación es enviada a la Unidad de Salud, cuyo personal realiza las diligencias correspondientes.
En las calles del municipio deambulan los perros en los lugares públicos, aunque en su mayoría cuentan con un propietario.
Tatiana asegura que ha interpuesto la denuncia correspondiente ya que no considera apropiado que dentro de las unidades de Salud se mantengan animales o que se les alimente dentro de las instalaciones.
“Yo lo he hecho para ver si se pone un orden, porque así como le pasó a mi hija le puede pasar a alguien más. Aunque muchas gentes dicen que es solo un rasguño, a mí me indigna que no se hagan responsables. Después de morder a la niña el perro andaba ahí como si nada, acá nadie ha venido a preguntar cómo está la niña”, expresó la madre.