La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denuncia en uno de sus informes que los medios de comunicación y los periodistas han sufrido “restricciones y amenazas”, además de espionaje, en El Salvador.
La SIP inauguró este martes su reunión semestral alarmada por el deterioro de la libertad de expresión y prensa en las Américas, incluso en países elegidos de forma democrática.
“Durante este período los medios y periodistas independientes sufrieron restricciones y amenazas directas o veladas por parte de diputados oficialistas y altos funcionarios del Gobierno”, indicó la SIP en su informe.
Periodistas de diferentes medios independientes han sido retenidos en diversas coberturas por militares, policías y hasta seguridad privada al servicio del gobierno.
Agregó que “también la prensa sufrió ataques cibernéticos y acciones de espionaje sistemático, por lo que un medio se fue del país y otro cerró”.
VER: La SIP inicia reunión semestral alarmada por deterioro de libertad de prensa
En gran medida,“esta situación se ha debido al régimen de excepción y a las leyes que amenazan la libertad de expresión con pretexto de la lucha contra las pandillas”, apuntó el organismo.
Añadió que “el clima anti libertad de prensa propició la salida de una docena de periodistas del país y llevó al periódico digital El Faro a trasladar sus operaciones a Costa Rica”. “El Faro y sus periodistas han sido acosados, vinculados con pandillas, calificados de ‘enemigos del país’ y hostigados por funcionarios del Gobierno u ‘opinadores’ y a través de cuentas oficialistas en las redes sociales”, subrayó la SIP.
Indicó que también “existen casos de personas que han sido víctimas de represión, acoso y despidos ilegales de sus trabajos en instituciones estatales por ser familiares de periodistas independientes”.
El informe, pendiente de aprobación del pleno el próximo jueves, subrayó que en el país “se destacan esfuerzos cívicos y gremiales para fortalecer la fiscalización y la transparencia” por la libertad de expresión.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) registró un total de 421 casos de vulneraciones al ejercicio periodístico en El Salvador entre 2019, año en el que Nayib Bukele asumió el poder, y 2021.
Un informe de la APES detalla que al cierre de 2019 se registraron 77 casos de agresiones a periodistas, en 2020 se contabilizaron 125 vulneraciones y en 2021 el número de casos ascendió a 219. Al cierre de 2022, la APES computaba 107 vulneraciones y entre los principales señalados se encuentran funcionarios.
Dictaduras corroen derechos
De acuerdo con el presidente de la SIP, Michael Greenspon, si bien en Cuba, Venezuela y Nicaragua la libertad de prensa está “decapitada”, en otros países de la región los medios y periodistas han sido objeto de ataques y se registran “altos niveles de desprecio” a esos derechos.
“El deterioro de estas libertades corroe el resto de los derechos humanos, debilita a las instituciones y mata la esperanza y los sueños de vivir en forma digna”, señaló Greenspon, también director global de Licencias e Innovación de Impresión del diario The New York Times.
“Centenares de periodistas han sido agredidos en numerosos países. Algunos debido al clima de inseguridad pública general, otros debido al fuego cruzado entre crimen organizado y fuerzas del orden, y muchos debido a la fuerza desproporcionada de las policías”, ahondó el directivo.
El presidente de la SIP dijo que Cuba, Nicaragua y Venezuela son los países “que más han expulsado, perseguido y encarcelado periodistas y ciudadanos críticos, y cerrado medios de comunicación”, se han convertido de esa forma en “exportadores del mejor patrimonio que puede tener un país: sus ciudadanos”.
El caso nicaragüense, que es materia del primer panel de esta reunión de tres días que se celebra de manera virtual, ejemplifica lo que es vivir sin libertades y en ese sentido recordó los 222 presos políticos desterrados y a los que se les quitó la nacionalidad recientemente.
“Fue una suerte de muerte civil”, dijo en su turno el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, cuando se refirió a esta acción del Gobierno nicaragüense encabezado por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Greenspon resaltó que en Venezuela “el régimen ha apagado casi todo vestigio de periodismo independiente”, con otras 80 emisoras radiales cerradas en los últimos meses y cuyas licencias reasignó “para seguir haciendo propaganda y trabajo de adoctrinamiento”.
Añadió que en Cuba hay periodistas y ciudadanos presos por criticar al Gobierno, mientras que otros hombres de prensa optaron la ruta del exilio.