Habitantes de la colonia Ciudad Credisa, en Soyapango, quienes fueron capturados arbitrariamente, el viernes por la noche, exigen a las autoridades “limpiar su imagen” pues fueron expuestos por medio de fotografías y vídeos.
Además, los residentes del lugar, en especial quienes estuvieron detenidos, temen salir de casa, pues existe la posibilidad que la mala e “injusta” experiencia se repita.
El viernes, cerca de las 8 de la noche, un grupo de militares efectuó una redada y se llevaron a no menos de una veintena de hombres. En el transcurso del sábado, la Policía los liberó.
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De acuerdo a los relatos de los afectados, muchos de los detenidos fueron sacados de sus casas, a otros los capturaron cuando regresaban a casa de trabajar y no faltaron quienes cayeron cuando salieron a comprar la cena.
Hoy algunos de ellos hablan sobre lo ocurrido, pero piden guardar su identidad.
“Nos golpearon, insultaron, entraron como animales a las casas, casi me derriban el portón”, comentó un panadero quien fue detenidos y dejado en libertad.
Él aún recuerda como días antes militares permanecieron en el pasaje donde vive, opinó que ellos emitieron algún reporte con información falsa que terminó en su detención.
“He escuchado a más de una persona murmurar, algo como ahí va el marero que capturaron. Hoy pedimos al gobierno reconocer el error cometido y que limpien nuestra imagen”, continuó el panadero.
Además, sostuvo que reparar el portón golpeado por los militares durante la redada tendrá un costo que deberá asumir.
“Tengo 46 años y nunca había tenido miedo de andar en la noche en la colonia, hoy pido que alguien me acompañe”, concluyó.
“Aún tengo marcas”
Un joven, quien se dedica a la reparación de celulares y venta de accesorios para los mismos, narró que en sus manos aún tiene las marcas que le provocaron las cinchas plásticas usadas por los militares para inmovilizarlo.
“Es injusto lo que hicieron, capturaron al que iba pasando, contaban cuántos tenían y hacían cuenta de los que le faltaban. En mi caso iba para la tienda”, expuso técnico de telefonía móvil.
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Junto a él fue apresado su tío quien recién fue operado y aún se recupera.
“A mi tío ya lo habían revisado, pero le dije que me esperara, al volver de la tienda nos detuvieron a los dos”, relató.
Los afectados coincidieron en que militares efectuaran la redada fue el problema, pues cuando fueron entregados a la Policía el trato cambió, es más cuando los liberaron sostuvieron que todo fue un error.