La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) informó, a través de su cuenta de Twitter, que han iniciado una investigación para esclarecer los hechos detrás de la muerte de un bebé durante la atención del parto de una mujer embarazada, en el hospital San Juan de Dios, de San Miguel.
La investigación fue iniciada después que, en redes sociales, circulara la denuncia realizada por la hermana de esa mujer, que fue atendida en el hospital San Juan de Dios, de San Miguel.
Sivia Hernández, la denunciante, expresó que su hermana sufrió negligencia y maltrato en el momento de dar a luz.
Hernández narró que su hermana fue referida el 17 de agosto pasado, desde el Hospital Nacional de San Francisco Gotera, al hospital de San Miguel, para que se le realizara una cesárea con el fin de salvaguardar la vida del bebé.
Sin embargo, a pesar que a la una de la tarde llegó con contracciones al hospital de San Miguel, la futura madre no fue atendida con prontitud ni de manera respetuosa.
Hernández detalló que la doctora encargada designó, para que monitorearan a la embarazada, a unos estudiantes de enfermería que, según sus palabras: “ni siquiera sabían la forma correcta del aparato para verificar el ritmo cardíaco del bebé”.
Las características de esta denuncia contrastan con lo que estipula la ley Nacer con Cariño, que establece, en su artículo seis, literal “C”, que las mujeres no deben “ser sometidas a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia, salvo consentimiento, manifestado por escrito de sus representantes legales, bajo protocolo aprobado por el Comité Nacional de Ética de la Investigación en Salud”.
La denunciante asegura que a las diez de la noche, su hermana imploraba que le practicaran la cesárea, pero la doctora encargada se negó a hacerla.
Esta parte de la denuncia también contrasta con la referida ley, que establece en el artículo cinco, literal “E”, que toda mujer tiene derecho “a estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el mismo, el trabajo de parto, parto y postparto”. Hernández denunció que a los familiares no se les permitió estar con ella y la dejaron sola en una sala.
“Hasta las tres de la madrugada del 18 de agosto volvieron a verla para llevarla a la sala de parto e hicieron que tuviera el niño a través de un parto vaginal. El bebé nació a la cuatro de la madrugada, pero ya sin vida”, se lee en la denuncia.
“Las madres deben ser tratadas con dignidad y garantizar que los bebés nazcan en las mejores condiciones, garantizando su vida, algo que no pasó con mi sobrinito”, puntualizó la denunciante.
La Procuraduría también hizo un llamado a las instancias correspondientes para iniciar las investigaciones en relación a los hechos.
Hasta las 12 del mediodía del domingo 21 de agosto, ninguna autoridad de Salud Pública se había pronunciado sobre este hecho.