Al ritmo de los mariachis, familiares y amigos se reunieron en la casa de Paz Hernández para celebrar sus 105 años de vida, en el cantón Las Lomas en San Bartolomé Perulapía, en el departamento de Cuscatlán. Ella es una de las pocas mujeres centenarias que hay en El Salvador.
A doña Paz, como es conocida nació el 21 de noviembre de 1917, sus familiares la describen como una mujer muy alegre, sociable y extrovertida. Su lucidez y forma de expresarse sorprende a las personas que la conocen; a su avanzada edad su mente continúa intacta.
En el transcurso de su vida ha tenido que lidiar con diferentes dificultades; sin embargo, trata de afrontar las situaciones de la mejor manera. Doña Paz tuvo cuatro hijos, dos de ellos se encuentran en el extranjero y actualmente una de sus hijas es la encargada de cuidarla todos los días.
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Una de las situaciones más complejas a las que se enfrenta actualmente Doña Paz es que la edad le nubló la vista por completo.
Ella tiene 15 nietos y 20 bisnietos, a quienes cuenta historias de su juventud y como era la forma de vida en las comunidades rurales del país.
Para sus familiares es una bendición que ella pueda seguir celebrando la vida en compañía de su esposo Félix de la O, quién curiosamente cumplió 87 años el 19 de este mismo mes.
Con un almuerzo, al que acudieron amigos y vecinos de la comunidad para celebrar, la familia expresó su felicidad al ver como doña Paz aún goza de buena salud y disfruta compartir tiempo con ellos.
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El agasajo para esta salvadoreña centenaria incluyó mariachis, pastel, quiebra de piñata y otras actividades típicas del evento en las que claramente doña Paz disfrutó involucrarse.
William Valencia, su nieto, dijo a EDH que su abuela cuida mucho su alimentación, evitando ciertos tipos de comidas procesadas y prefiere que todo sea preparado con un poco de manteca de cerdo, debido a que aborrece el aceite tradicional.
El nieto señala que Doña Paz fue una mujer muy trabajadora, que sacó adelante a sus hijos vendiendo diferentes productos en el mercado de local de San Martín, para lo que debía levantarse aproximadamente a la 3:00 a.m. y hacer el recorrido caminando ya que no había un sistema de transporte fluido como en la actualidad.
“Dios nos ha bendecido como familia porque tenemos la dicha de celebrar 105 años con la abuela. Para su edad es alguien muy saludable. Nos sentimos bendecidos por su vida”, señaló Valencia.
La familia de esta mujer centenaria cree que el secreto para llegar a esa edad se encuentra en una dieta balanceada y en el reposo adecuado alejado de los desvelos.
Doña Paz siempre ha señalado a sus familiares que no le gusta tomar medicamentos o pastillas a menos que sea estrictamente necesario, ya que ella prefiere usar los remedios naturales cuando presenta algún malestar.
La persona más longeva
La mujer más longeva de El Salvador, Cruz Hernández, vivió 128 años y fue enterrada en un cementerio municipal de la ciudad de San Agustín, en el departamento de Usulután. Cada año toda la comunidad se reunía para celebrar el cumpleaños de la anciana con una misa en la iglesia local, donde después de dar gracias por la vida repartían un pastel de cumpleaños y panes con pollo.
Según el Registro Nacional de Personas Naturales, Cruz habría nacido el 2 de mayo de 1878. Esta entidad le entregó en septiembre de 2005 el Documento Único de Identidad (DUI). Según informes oficiales, el Registro también gestionó el reconocimiento de la abuela de El Salvador como la mujer más longeva del mundo.
Un dato que siempre llamó la atención es que doña Cruz dejó una larga descendencia de más de 200 parientes entre los que estaban incluyendo hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.