“Están cobrando $0.35 centavos en unidades que se supone iban a prestar un servicio preferencial con aire acondicionado, pero en estos hace más calor adentro de las unidades que afuera, los buses van topados, con asientos en mal estado y muchas veces con música a todo volumen. Para quienes salimos a trabajar todos los días nos toca vivir un verdadero caos en esta ruta”. Esta es parte de la denuncia de Nelson Flores (nombre ficticio), un usuario de la ruta de buses 29-C1 y C2, que dice sentirse agobiado por lo que considera un “mal servicio en el transporte colectivo”.
Por seguridad, el entrevistado, residente en la colonia Altavista, de Ilopango, prefirió omitir su nombre.
Flores, de 44 años, quien se dedica al diseña grafico, explica que muchas veces las ventanas de las unidades que hacen su recorrido Altavista - Metrocentro y viceversa, van cerradas. “¿Se puede imaginar el nivel de calor que puede haber?”, expone.
Lee también: Transporte de pasajeros | Transportistas presentarán al Gobierno un plan para renovar unidades y crear carriles exclusivos
El entrevistado señala que en las unidades se cobra la tarifa preferencial, pero los buses no cumplen con las condiciones que estableció el Viceministerio de Transporte (VMT) en 2015, cuando se habló de una reactivación del servicio especial en las rutas de buses urbanos, entre estas el aire acondicionado y atención en unidades nuevas.
“Estamos pagando un pasaje por un servicio que no se nos está dando, por el contrario, todos los días tenemos que aguantar un servicio malo. En lo persona he pasado esperando el bus más de una hora y media por la mañana y hasta dos horas y media por la tarde”, señala.
Esta es solo una de las denuncias que usuarios del transporte han venido reportando desde hace años, y que en reiteradas ocasiones han llevado hasta las autoridades de gobierno para que tomen cartas en el asunto, no obstante, manifiestan que “parecen caer en saco roto”.
“A ellos no les importa, he denunciado ante al VMT, la Policía de Tránsito, incluso he tuiteado al presidente de la República, pero no se ven cambios, las cosas siguen cada vez peor”, añade el entrevistado.
El Diario de Hoy buscó la postura de la empresa Acopatt respecto a las denuncias ciudadanas en unidades de la ruta 29-C1 y C2. Se llamó por teléfono en varias ocasiones, se dejó mensajes y se buscó a sus representantes en su oficina, pero al cierre de esta nota no se tuvo respuesta.
Postura de empresarios
Ante estas denuncias, Luis Regalado, de la empresa Ruta 23 S.A de C.V. , reconoce que algunos buses no estén dando el servicio en base a lo establecido, y lo atribuye a fallas provocadas por “factores que en algún punto del recorrido puedan presentarse”.
Explica que el conductor de las unidades con tarifa preferencial es el responsable de reportar cualquier falla en las unidades.
“El motorista está dentro del conocimiento que al momento que falla la unidad por el tema del aire acondicionado debe reportarla y llevarlo a que le den su debido mantenimiento”, apuntó.
Asugura que una falla en el aire acondicionado es una razón para que la unidad se suspenda y sea enviada a mantenimiento, no obstante, los usuarios manifiestan que esta falta es permanente.
Sobre asientos en malas condiciones, Regalado señala que es un tema cultural en el que poco a poco se ha ido avanzando. “Muchas veces la unidad está nueva y la gente rompe los asientos. Es un costo que se tiene”, puntualiza.
Mejorar las condiciones del servicio de transporte ha sido una de las promesas desde el inicio del actual gobierno, de la cual, dicen los usuarios, aún no se ven resultados.
También: Puerta del Diablo | El infierno vehicular a la Puerta del Diablo está a punto de empeorar
A este panorama se suma el problema de fuerte congestión en la Área Metropolintana de San Salvador y los tiempos alargados en las paradas de buses, debido a la reducción en la frecuencia de algunas rutas de pasajeros, un fenómeno que empresarios de transporte señalan que se ha incrementado después de la pandemia.
“Sí, eso es lo que están cobrando ($0.35), pero el servicio es malo. Mire yo vengo caminando porque esta ruta se tarda mucho en pasar, camino 35 minutos hasta cantón Las Delicias”, agregó Julia Pérez, de 73 años, usuaria de la misma ruta 29, cuyo primer viaje sale de la meta a las 3:50 de la mañana.
“Urge nueva línea de buses y microbuses en Altavista. Deberíamos unirnos y recolectar firmas para que haya seriedad en todo esto, y que así ellos (ruta 29) no sigan pensando que solo ellos pueden trabajar allí en la colonia. Estamos hartos de este mal servicio”, dijo otro usuario.
Los entrevistados señalan que son más de dos horas las que viajan en el autobús desde Altavista hasta Metrocentro, por lo que la incomodidad se vuelve mayor.
El mal servicio también ha sido denunciado casi de manera generalizada en otras rutas como la 44, buses y microbuses, la ruta 23 y la ruta 6, de Mejicanos.
Maltrato a los pasajeros
En el caso de la 23, que hace su recorrido entre Mejicanos y el centro de San Salvador, pasajeros consultados por El Diario de Hoy señalan que es necesario que el VMT revise la tarifa de servicio preferencial, pues “son muy pocas” las que cumplen con lo establecido.
También: Empresarios del transporte público piden alternativas para reducir el caos vehicular
“Es un mal servicio, cobran $0.35 y no traen el aire acondicionado. A veces van peleándose la vía, van a una gran velocidad como que no llevaran personas. A los adultos mayores los escapan a botar cuando van a bajarse. Los asientos no sirven, los colchones están que se caen. No es buen servicio, para los $0.35 que estamos pagando no cumplen con las condiciones”, opina Odemaris Pérez, empleada.
Por su parte Natalia Hernández, de 37 años, quien trabaja en el área de Salud Pública y todos lo días viaja en los buses de la 23, opina que esta “es una tarifa autorizada por el VMT, esté (la unidad) en buen estado o no, ya es una tarifa que está autorizada”, apunta.
“Hay unas (unidades) que traen el aire acondicionado, otras que vienen bien llenas y no lo tienen, uno va con el gran calor y siempre pagando los $0.35, yo siento que ahí nos están engañando. (De la ruta 23) son bien pocas las que tienen el aire acondicionado”, añade Flor Quintana, de 41 años.
Las mujeres son las más afectadas en el transporte colectivo
Los empresarios del transporte han recalcado una crisis económica en el sector y el impago de la compensación económica por parte del Estado.
Lucio Vasquez, de la Mesa Nacional del Tranporte, señaló en una conferencia de prensa reciente que hay rutas que ya no son rentables y que en algunas se ha reducido su frecuencia, lo que traduce en más tiempo de espera para los pasajeros y unidades sobrecargadas en horas pico.
Para expertos en urbanismo, esta es una problemáticas que parece haberse perpetuado en el tiempo, sin que ni empresarios ni el Estado hayan logrado una solución.
En el caso de la ruta 6, por ejemplo, pasajeros que viajan hasta la zona conocida como Mariona y colonias aledañas, en horas de la tarde cuando regresan de sus trabajos se ven en la necesidad de abordar microbuses desde Mejicanos para hacer el recorrido hasta el centro de San Salvador, y retornar para poder trasladarse a sus hogares.
“No solo tengo que pagar doble pasaje, sino que también tardo más en llegar a la casa, pero no me puedo ir colgada, para los hombres eso es más fácil”, explica Rosa, empleada en una cafetería.
El abordaje ordenado es una de las medidas que se ha implementado en algunas rutas del gran San Salvador, como es el caso de la ruta 140.
De acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo, el 70% de los salvadoreños utilizan el transporte colectivo de pasajeros. En tanto, hasta 2018, este se desplaza solo en el 30% de la estructura vial existente.
Para 2022, según la encuesta de Calidad de Vida San Salvador, de Cómo Vamos El Salvador, 60 de cada 100 hombres y 70 de cada 100 mujeres utilizan el bus o microbús como principal medio de transporte.
El PNUD a través del Proyecto Regional Infosegura describe que uno de cada tres salvadoreños que usan el transporte colectivo tiene 25 y 39 años, en tanto cuatro de cinco residen en el área urbana del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
Asimismo especifica que quienes usan el transporte son mayoritariamente empleados (51 %).
Un transporte público inclusivo y seguro es parte de la apuesta del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dentro de los sistemas de movilidad.
“La movilidad de la población salvadoreña y las condiciones en las que realiza sus actividades cotidianas son claves para garantizar una vida digna”, dijo Maribel Gutiérrez, representante del PNUD durante el foro IV Congreso de Movilidad Segura.