Tres expertas en temas de derechos humanos, economía, política y periodismo participaron en el primer foro “Impacto de las políticas Antidemocráticas de Nayib Bukele en la vida de las mujeres salvadoreñas”, celebrado a finales de la semana pasada en Washington D.C.
Jenniffer Velásquez, Carmen Rodríguez y Lorena Valle Cuéllar expusieron desde sus experiencias cómo el autoritarismo, el abuso de poder y los ataques misóginos originados desde el Gobierno y sus dependencias han violentado los derechos de la mujeres en el país, durante los últimos cuatro años.
Velásquez, representante de El Salvador en la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), inició su ponencia resaltando cómo en 2019, desde la llegada del presidente Bukele al poder, El Salvador entró en lo que considera una “nueva dictadura”, la cual estuvo marcada por los hechos del 9 de febrero con la militarización de la Asamblea Legislativa.
Te puede interesar | "Exigimos al gobierno que pare de perseguir el derecho a defender derechos"
A partir de ese año, considera, El Salvador se vio en una verdadera crisis de democracia, a la que en 2020 se sumó una pandemia mundial que las mujeres tuvieron que enfrentar desde tres puntos: El primero, la crisis de cuidados, un rol en que según Lorena Valle, experta en temas económicos, pone social y culturalmente la mayor parte del trabajo sobre las mujeres.
El segundo, la violencia machista que llevó a las mujeres a sufrir más abusos en sus hogares de parte de esposos o compañeros de vida, familiares cercanos y feminicidas.
La tercera es la violencia institucional ejercida desde el Gobierno, con la reducción de $61.1 millones del Presupuesto General de la Nación para las políticas sociales para atender a las mujeres.
Velásquez habló, además, sobre los retrocesos que se han tenido en los derechos de las mujeres durante la actual administración.
Para referirse a estos, destacó algunos avances obtenidos tras los Acuerdos de Paz, entre estos la creación del Instituto Salvadoreño para el desarrollo de la mujer (ISDEMU) en 1996; la creación de una política nacional para una vida libre de violencia para las mujeres, además de una institución rectora de las políticas públicas que motivó la igualdad sustantiva para el pleno disfrute y el goce de los derechos de las mujeres.
A través del ISDEMU, señaló también que se crearon 19 oficinas de atención a mujeres, a través de las cuales, de manera articulada con más de 30 instituciones, se buscaba promover estas políticas para que se respetaran los derechos de las mujeres dentro de la institucionalidad.
Otro de los factores que consideró permitió un avance en el respeto a los derechos de las mujeres fue la creación en 2010 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las mujeres, así como en 2011 la aprobación de la Ley de Igualdad y la creación de Ciudad Mujer; entre otras políticas con las que, a su juicio, se empezó a tener más cobertura nacional en los cuidados para las mujeres, atención de la violencia y atención en salud, entre otros beneficios.
No obstante resaltó que para 2023 el panorama es muy desalentador, pues consideró que El Salvador ha caído en un enorme retroceso en esta materia. “Actualmente estamos en una situación de emergencia” a raíz de la vulneración a los derechos humanos, acotó.
Para la experta, en la actualidad existen tres tipos de persecución contra las mujeres: una relacionada al “paraíso” que la actual administración busca proyectar bajo una cantidad “desenfrenada” de publicidad, con la que busca crear una idea de que El Salvador es un país seguro para todos; cuando por ejemplo, explica, el acoso hacia las mujeres viene con la militarización desde la Policía y el Ejército.
Velásquez consideró, además, que existe un desmantelamiento de los servicios especializados para las mujeres y hay una reducción o desviación de presupuestos en todas las carteras del Estado que estaban destinados a la mejora y el avance de la mujer.
Se refiere al cierre de programas en diferentes ministerios y la nula política de género, la violencia directa contra las mujeres desde sus cuentas personales en redes sociales, que viene incluso del mismo presidente Bukele y sus funcionarios.
“Atacar a mujeres al estilo Donald Trump se volvió como una moda, es la moda que adoptó Nayib Bukele, al atacar a mujeres a través de su cuenta, pero además incitar a su cuenta de troles pagados para ejercer violencia contra las mujeres, contra las periodistas, contra los defensores de derechos humanos y contra cada persona que piensa diferente a ellos”, enfatizó.
La representante de El Salvador en la Federación Democrática Internacional de Mujeres ve con preocupación que en el país no se dispone de un informe oficial sobre hechos de violencia contra las mujeres, el cual refleje datos reales sobre feminicidios y ataques a la mujer y que permita establecer políticas de prevención y de atención a las víctimas.
“Violencia hacia las mujeres periodista se ha normalizado”
Por su parte, la periodista y corresponsal independiente, Carmen Rodríguez, consideró importante señalar desde el gremio que sí existen periodistas salvadoreños en el exilio a causa de las políticas antidemocráticas que implementa el gobierno del presidente Bukele.
Puedes leer | APES denuncia a diputado de Nuevas Ideas por acoso digital a periodista
La comunicadora se refiere a datos de la Asociación de Prensa de El Salvador que señalan que, en los últimos cinco años, ha habido un aumento significativo de casos de abusos y acoso a periodistas.
Rodríguez resaltó cómo estos ataques son “purulentos hacia las mujeres periodistas, en especial porque hay una diferencia visible en cómo la horda de troles en las redes sociales, atacan y amenazan a los periodistas con mensajes que van acompañados de violencia sexual y misógina”.
“Es parte de cómo esa violencia hacia las mujeres periodistas se ha normalizado gracias al manejo y al control que tiene el gobierno de Bukele y a la inversión efectuada con fondos públicos para distribuir todas estas campañas en narrativas de odio que se han enfocado en dividir a los salvadoreños”, acotó.
La comunicadora también trajo a colación informes que se presentaron el año pasado y a finales de 2021 en los que se habla del presunto uso de fondos públicos para la promoción de estos ataques a periodistas.
Asimismo, vio con preocupación que no se hable de lo que está sucediendo con las mujeres periodistas en El Salvador.
“Por supuesto que existe un bloqueo a la libertad de expresión, todo esto conlleva un bloqueo a una autocensura, y cada vez hemos visto también a más periodistas elegir el anonimato y el silencio a exponerse a las redes sociales”, concluyó.