Más de 1,200 niños se están beneficiando y podrían ser 3,000 antes de que termine el presente año con el proyecto "Sembrando Semillas de Esperanza", lanzado hace dos años por el papa Francisco con la Iglesia salvadoreña y que les procura educación integral, atención médica, apoyo psicológico y espiritual, informó el Nuncio Apostólico (embajador del Vaticano, monseñor Luigi Roberto Cona.
En entrevista con El Diario de Hoy, el representante papal reseñó que cuando lo nombró en el cargo, Francisco le encomendó: "Represéntame en todas partes, sobre todo entre los pobres", por lo cual tras su llegada a El Salvador en 2023 se dedicó a visitar el territorio para conocer las necesidades de las comunidades y vio las necesidades de la niñez y la adolescencia.
Ante esto, monseñor Cona con ayuda de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de El Salvador desarrolló el proyecto "Sembrando semillas de esperanza" para apoyar a 220 niños y en su primera visita como nuncio al Vaticano en septiembre de 2023 le comentó al papa Francisco, quien se interesó y lo instó a seguir con el proyecto, pero se necesitaban 83,000 dólares. "Cuando supo que se necesitaba el dinero, el Santo Padre me dijo: 'No te preocupes. Yo voy a dártelos" y los sacó de su fondo personal. Eso fue a media mañana y al mediodía ya estaban depositados en la cuenta de la Nunciatura, con lo cual se pudo comenzar el proyecto que fue creciendo con la cooperación de los colegios católicos, fundaciones, empresas y fieles.
El Nuncio volvió a ver al papa en la Casa de Santa Marta, donde vivía, y le agradeció la ayuda en nombre de los niños de El Salvador, a lo cual el pontífice le dijo. "No te preocupes. Sigue adelante. Mantenme informado. Estoy siempre a la orden…".
Ahora monseñor Cona dice que continuará este proyecto "en memoria del Santo Padre, con el compromiso de los colegios católicos y con la ayuda de los salvadoreños para los niños de este país".
El papa quería una Iglesia misionera
El Nuncio recordó que el papa Francisco abogaba por una "Iglesia misionera", "una iglesia que sale de las sacristías, de los templos y que podía potenciar la parte la parte evangelizadora. Ese ese el encargo que el Santo Padre deja a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a los laicos comprometidos de este país".
"Tenemos que ser más misioneros, tenemos que involucrarnos más a anunciar el Evangelio de Cristo, que la mayoría de la gente puede ser alcanzada por la misericordia de Dios. Esta es nuestra misión. Las otras cosas son secundarias", enfatizó.
El representante papal considera que la Iglesia salvadoreña es "suficientemente alegre y viva", prueba de lo cual es el acercamiento de las comunidades católicas a condolerse a la Nunciatura por el deceso del papa Francisco, pero al mismo tiempo manifiestan que el ejemplo del pontífice les ha ayuda para potenciar su fe cristiana. "Espero que ese sea nuestro modelo: ser fraternales, cercanos, alegres, humanos, pero fijándonos en lo que el Señor quiere de nosotros: ser testigos de su Resurrección".
El proyecto en detalle
Al profundizar en el proyecto "Sembrando semillas de esperanza", el Nuncio expone que "comenzamos con 220 niños, pero ese año llegaron a 1,650 y ahora tenemos 1,220 niños, pero por el año del Jubileo queremos llegar a 3,000", explicó.
El programa opera en 10 departamentos del país a través de 22 instituciones aliadas, incluyendo colegios, escuelas y centros de apoyo religiosos. Su objetivo es atender a menores afectados por pobreza, migración familiar, secuelas de la pandemia, deserción escolar o falta de acceso a servicios básicos. Para seleccionar a los beneficiarios, las congregaciones realizaron visitas.
El proyecto no solo garantiza educación formal, sino también talleres vocacionales, formación en valores, atención odontológica, campañas de· vacunación, actividades recreativas y ayuda sicológica. Además, incluye seguimiento nutricional, acompañamiento emocional a familias y catequesis periódicas a familias en zonas marginadas, priorizando casos como huérfanos por covid-19, hijos de detenidos o menores en riesgo de exclusión social.
No ha sido la única ayuda que el papa Francisco envió a El Salvador. También el año pasado envió 50,000 para ayudar a los agricultores afectados por las inundaciones, con lo cual se ha beneficiado a centenares de familias.
Cómo ayudar
Los fieles pueden apadrinar aportando $20 mensuales, con lo cual se garantiza un niño reciba alimentación balanceada, atención médica, materiales educativos y acompañamiento emocional, se explicó.
La donación mensual se puede hacer a la cuenta de Davivienda 2-510164317 a nombre de CONFRES. También se puede hacer como pago inmediato en las aplicaciones de varias instituciones financieras, escaneando el código QR para tal fin.
También se puede donar ropa en buen estado, alimentos no perecederos o útiles escolares nuevos, o se puede participar como voluntario en tutorías, talleres creativos o actividades recreativas. El contacto es el teléfono 2225-0738, 7989-3965 o a proyectosembrandosemillassecretaria@confres.org.