El periodista Arnd Richard Lüers, conocido como Paolo Lüers, informó que no se presentará a la audiencia contra él y otros acusados en el caso tregua y se defenderá públicamente él mismo, pues no confía en la justicia salvadoreña ni en el juez de la causa.
“Para el 2 y 3 de diciembre está convocada la audiencia en la cual el Juez de Instrucción Harold Iván Córdova Solís decidirá mandarme a juicio o no. No hay manera de saber si se va a celebrar o postergar. De todos modos, no voy a estar presente”, comienza diciendo el periodista de origen alemán y nacionalizado salvadoreño.
“No voy a defenderme ante un juez que recientemente, en el caso contra el expresidente Cristiani y el Dr. Rodolfo Parker, ha demostrado que toma decisiones fuera de la ley. No voy a defenderme ante una justicia que ha perdido su independencia. El poder que reina me ha declarado enemigo, ya que soy adversario y crítico de su gestión. Como este es un juicio político y mediático, en este terreno me defenderé”, subrayó.
Lüers, quien fue mediador en la tregua de 2012 y ha sido acusado de los delitos de fraude electoral y agrupaciones ilícitas, ha explicado en ante la autoridad judicial y públicamente en diversas ocasiones que sólo buscó por razones humanitarias, junto a otros mediadores, parar la violencia entre las pandillas y contra la población, que prevelacía en aquel momento.
El comunicador explicó que dicidió retirarse de este juicio y del país cuando en enero 2022 la entonces titular del Segundo Juzgado de Instrucción de San Salvador, Edelmira Violeta Flores Orellana, una jueza a la que considera “correcta, profesional y valiente”, fue removida de su cargo. “Ella había mostrado su criterio de independencia rechazando dos veces la solicitud de la fiscalía de ordenar mi detención. Si ella hubiera cedido a la presión, yo hubiera pasado encarcelado desde julio 2020 hasta la fecha”.Agrega que él estaba “dispuesto a enfrentar las acusaciones ante esta jueza y ansioso de defenderse”, pero “cuando la removieron era claro que ya no podía esperar un juicio justo, en un país sin Sala de lo Constitucional legítima y con un fiscal general a las órdenes del presidente”.
Entonces, continúa, varios amigos penalistas, entre ellos defensores, fiscales y jueces, le dijeron que “no tendría un juicio justo”.
“Por tanto, no me defenderé ante una justicia pervertida, sino ante el público. No hace falta que un juez me declare rebelde. Yo me declaré rebelde con 18 años y lo he sido hasta la fecha. A toda honra”, enfatiza.
Por lo anterior, Lüers considera que el juez está obligado por ley a archivar la acusación y no enviarlo a juicio por una razón simple: al tiempo de los hechos por los cuales se le acusa, febrero 2014, y también cuando se presentó la acusación, en enero 2020, la ley vigente no permitía el enjuiciamiento de acusados ausentes. Mandaba a archivar la acusación. La reforma, que posteriormente permitió el enjuiciamiento de acusados ausentes data del año 2022 y no puede ser aplicada retroactivamente.
“Aun si, violando la ley, el juez decida aplicar la reforma del 2022, debe sobreseer definitivamente el caso contra mí, ya que la fiscalía luego de 18 meses de investigación entregó un dictamen de acusación que no contiene ninguna prueba de ningún tipo que sostenga ninguna de las acusaciones contra mi persona”, observa.
El periodista explica que toda la acusación está exclusivamente fundamentada en las declaraciones de dos “testigos criteriados”, ambos ex líderes de sus respectivas pandillas MS y Barrio 18-Revolucionarios, quienes luego de su captura negociaron con la FGR su colaboración en varios casos penales contra pandilleros, en los casos contra los mediadores de la tregua y finalmente en el caso contra él.
“Estas declaraciones falsas y manipuladas no pueden ser admitidas como pruebas, ya que la fiscalía ya ha declarado que no podrá presentar a ninguno de sus dos testigos, ya que han perdido el control sobre ellos y no saben adónde encontrarlos. Esto hace inadmisible sus declaraciones, ya que se hicieron con ausencia de la defensa. Por tanto, la defensa nunca tuvo ni tendría en la vista pública oportunidad de interrogarlos”, subrayó.
“Por estas dos razones, más bien por cualquiera de estas dos razones, sería una grave violación a las reglas procesales si el juez Harold Iván Córdova Solís, titular del Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador, mandara a juicio mi caso. Si a pesar de todo esto mi caso llegara a vista pública, igualmente no voy a presentarme y ejerceré mi derecho a la defensa ante el público”, recalca. “Entonces, habrá tiempo para entrar en los detalles de la acusación y contrarrestarla públicamente.