Entre los miles de estudiantes que acuden diariamente a los centros escolares a nivel nacional se encuentran niños con capacidades y talentos extraordinarios, con el deseo de sobresalir y desarrollar su potencial a gran escala, pero no todos estos menores tienen la oportunidad de brillar en el territorio nacional.
Con solo cinco años de edad, Paola Ramírez desafía el sistema de educación salvadoreña pues ha mostrado importantes avances en temas como la lectura, matemáticas, idiomas y un desarrollado oído musical que le permite identificar y replicar las notas de una canción tocando el piano.
Sin embargo, su camino por la escuela no ha sido color de rosa, por motivos de pandemia sus padres habían decidido no inscribirla en el sistema regular, asistió por primera vez a clases virtuales y posteriormente se integró a la modalidad presencial dándose un duro golpe con la realidad.
Paola terminaba sus actividades con rapidez y frecuentemente se levantaba de su lugar para ayudar a otros, pero enfrentaba la incomprensión de su docente.
TAMBIÉN: Docentes enfrentan reto para integrar a niños con altas capacidades al sistema educativo
Continuar estudiando temas que ella domina le provocó a Paola un cuadro de frustración. Por consejo de la oficina de Inclusión del Ministerio de Educación los padres decidieron hacer un esfuerzo para inscribir a Paola en un colegio en Santa Tecla, debido a que esta era la única forma de aceptarla en kínder y ayudarla a ser promovida a primer grado sin haber cumplido los siete años. Al vivir en San Salvador la familia hizo un esfuerzo para manejar los gastos y el tiempo que implicaba el viaje, todo esto motivados por la promesa de acelerarla de grado.
“Mi hija se graduó con muy buenas notas, la maestra mandó una carta de referencia que la niña dio el ancho que se portó bien, que se relacionó bien con sus compañeros que no hubo ningún problema. Voy a matricularla y me dicen de que tiene que repetir aunque ya se graduó de prepa porque quizás no estaba en el Sistema de Información para la Gestión Educativa Salvadoreña (SIGES), que quizás le habían aumentado la edad que no saben cómo la habían agarrado en prepa teniendo sólo cuatro años, ya cumplió los cinco, pero ahora no la pueden agarrar en primero”, en una escuela pública, declaró Rosmery de Ramírez, madre de la infante, a El Diario de Hoy.
Visitaron la oficina de Inclusión en Educación, donde fueron atendidos y en primera instancia les aseguraron que iban a revisar la situación y “resolverían en tres días”. Pasado ese tiempo los padres presentaron una carta para exponer el caso, acompañada de referencias de la maestra y exámenes que acreditan a Paola como una niña de altas capacidades de aprendizaje.
Posteriormente Rosmery se comunicó con la persona que los había atendido en la oficina de Inclusión para informarle que habían entregado la documentación. “El señor se puso a decirme que tenía que hacerle más evaluaciones a la niña. Yo le dije que estaba bien que no había problema, que cuánto iban a tardar. Dijeron que aproximadamente dos o tres meses, estamos hablando que en febrero”, pero en este tiempo la menor debía estar inscrita nuevamente en preparatoria.
Rosmery asegura que la última recomendación de esta oficina fue: “si quiere que vaya primero póngala en un colegio, pero una escuela pública no”.
“Esta no es una opción para los padres de la menor debido a que “no tenemos los ingresos económicos que se necesitan para poder ponerla en un colegio, si no ya no diera todas estas vueltas lastimosamente para ponerla en un colegio, no sólo es la matrícula, son muchas cosas más”, agrega la madre.
La obligan a retrasarse
La familia está consciente de que su hija tiene las capacidades intelectuales para avanzar a un ritmo diferente en la escuela, por lo que no se explican cómo el sistema está diseñado para promover automáticamente a los menores exclusivamente por la edad hasta tercer grado, aunque no tengan las capacidades necesarias, pero en el caso de su hija la está obligando a retrasarse, frenar su capacidad para ir al ritmo del grupo.
“Créanme, no es que yo quiera que mi hija vaya a primero; tampoco le quiero exigir que lleve solo buenas notas, no quiero que sea la niña del 10 o el primer lugar, solo quiero que no se frustre así lleves seis o siete, pero que no se frustre que aprenda lo que ella necesita y que no esté repitiendo el abecedario que es algo que ya se lo puede”, expresa la madre.
Otro de los comentarios que le hicieron en la oficina de Inclusión es que deberían esperar que la menor cumpla al menos los 15 años para acercarse a programas como Jóvenes Talento y destacar a internacional. “Mientras tanto que desperdicie 10 años de su vida” recalcaron de forma simultánea los padres de la menor.
Paola y sus padres, sin embargo, no se desaniman y siguen incentivando el potencial de la niña que hasta que logre realizarse como persona y como profesional.
¿Quiénes son los niños con altas capacidades?
Los niños con altas capacidades no son menores maleducados o que les gusta llamar la atención, son niños que han desarrollado sus habilidades cognitivas muy por delante de su edad psicomotora y sus emociones.
Es un grupo que frecuentemente suele ser mal diagnosticado con patologías y diagnósticos erróneos como síndrome de Déficit de Atención (TDAH), autismo (asperger), conductas disruptivas, trastorno oposicional desafiante (TOD) o trastorno obsesivo compulsivo (TOC), e incluso puede llegar a ser medicados por estos comportamientos.
Muy pocas personas están preparadas para tratar a estos niños pues consideran que sus padres les han sobre estimulado o hecho creer que ellos están por encima de los demás.
Cuando ellos solo buscan encajar en su circulo social, compartir los temas que les apasionan y sus conocimientos al respecto, ser escuchados, amados, pero sobre todo respetados por la sociedad, debido a que este grupo frecuentemente es blanco de burlas y estigma.
Hasta la fecha este grupo de mentes brillantes ha obtenido muy poco reconocimiento a nivel nacional, recientemente se logró que las autoridades establecieran el 14 de marzo como día nacional de las altas capacidades. Pero aún no están contemplados políticas de que los respalden en el sistema de educación. En los últimos años se ha reflejado una fuga de este talento al extranjero.