Pandillleros volvieron a comunidad de El Refugio, Ahuachapán, señalan vecinos

Pobladores de la comunidad El Refugio, en el distrito del mismo nombre, del departamento de Ahuachapán, señalaron que un grupo de aproximadamente ocho miembros del grupo criminal Pandilla 18, se han reorganizado y asentado en ese sector, aprovechando la nula presencia policial.

Señalaron que es tanta la confianza con que los delincuentes se mueven en la comunidad, que hasta se atrevieron a pintar dos grafitis en la pared trasera de una casa de la comunidad, lugar donde aparentemente se reúnen a ingerir bebidas alcohólicas.

De acuerdo a denuncias de lugareños, los grafitis fueron pintados durante el fin de semana y a pesar de que habían denunciado el caso ante policías locales, fue hasta ayer que llegaron a borrar las marcas, luego de que imágenes de las mismas fueran publicadas en redes sociales a manera de denuncia pública.

El Diario de Hoy comprobó los señalamientos de pobladores de la referida comunidad y también se comprobó que los grafitis ya fueron eliminados. 

Miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) también confirmaron la existencia y borrado de las marcas de la pandilla, aunque uno de los policías quiso restar importancia a ese hecho diciendo que quizá algún travieso o loco había hecho las marcas.

Poco después del mediodía de este lunes, un grupo de policías y militares llegaron a la Comunidad El Refugio, donde visitaron dos viviendas, ubicadas a pocos metros de donde estaban los grafitis, donde verificaron la identidad de las personas que residían en las mismas.

Un policía dijo que en el lugar se realizaba un operativo casa por casa pero no se pudo corroborar; un equipo de este Periódico no vio más policías y militares que los ya mencionados.

Las quejas de lugareños

De acuerdo con pobladores de la comunidad El Refugio, la presencia de al menos ocho sujetos, una mujer incluida, viene desde hace varias semanas, por lo que de inmediato comenzaron a denunciar de manera verbal ante los policías del puesto de El Refugio.

Ante la ausencia de la autoridades, a quienes señalan de no patrullar el sector, los sujetos han comenzado a cometer delitos como exigencia de dinero a algunas personas, incluyendo el caso de un vendedor rutero que llegó a la comunidad y fue abordado por los pandilleros.

El pasado 18 de enero, una familia de la comunidad fue asaltada por dos sujetos que llegaron en motocicleta y, según un poblador, aparentemente los sujetos agredieron sexualmente a una joven; de este caso tuvo conocimiento la policía pues vieron llegar una patrulla a la casa de las víctimas, afirmaron. 

Otras personas consultadas dijeron haber escuchado sobre ese caso pero que no les constaba.

Al menos dos personas del lugar confirmaron a El Diario de Hoy haber sido obligados por pandilleros a entregarles pequeñas cantidades de dinero; estos dijeron que los delincuentes no son del lugar, pues no los conocieron.

Lugareños afirmaron que en la comunidad hay lugares que los pandilleros suelen visitar, siendo estos dos casas donde aparentemente los sujetos llegan a consumir bebidas alcohólicas.

Un miembro de la PNC que  en un principio quiso desvirtuar las denuncias de la comunidad y quiso cuestionar el trabajo periodístico que se realizaba en el lugar, argumentando que debería haber una ley que castigara la difamación que se hacía contra la institución, aunque luego  terminó aceptando las denuncias de la gente sobre la presencia de los pandilleros.

Cuando se le mencionó los casos denunciados, el policía dijo que esos hechos sucedían cuando otro grupo estaba de turno, a la vez que dijo que las denuncias en redes sociales las había hecho un policía que vive en el lugar y que estaba resentido por un procedimiento que se hizo contra él.

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Los pobladores se mostraron preocupados por la reagrupación de la pandilla 18 en el lugar y pidieron a la PNC realizar patrullajes de manera constante, especialmente de noche y madrugada.