Las revelaciones del periódico El Faro, de que el gobierno de Bukele buscó hacer un trato con el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para recapturar antes de las elecciones a Élmer Canales Rivera, alias “El Crook de Hollywood” y cabecilla de la MS-13, le han dado la vuelta al mundo y generado un escándalo internacional.
El Faro reveló que el gobierno de Bukele intentó recapturar al cabecilla de la MS-13 liberado por sus propios funcionarios en 2021, para lo cual, en conjunto, pagaría $1.3 millones. Quiso hacerlo antes de las elecciones del 4 de febrero. El pandillero contactado para esa operación engañó a un jefe policial e hizo trato con autoridades de Estados Unidos que lo tienen bajo protección.
Los principales medios internacionales han retomado la información de que hubo negociaciones secretas y destacan que “el gobierno estuvo dispuesto” a pagar hasta un millón de dólares al CJNG.
Los titulares van desde “Revelan que gobierno de Bukele buscó pactar con el CJNG para capturar líder de los Maras en El Salvador” en el portal de noticias Infobae, hasta “Bukele, presidente de El Salvador, con el Cártel de Jalisco Nueva Generación: El Faro”, en El Universal de México.
El periódico El País, de España, titula “La fallida conspiración para que el Cartel Jalisco atrapara a El Crook de Hollywood: así engañó un pandillero al Gobierno de Bukele”.
El sitio informativo Aristegui titula “Gobierno de Bukele estuvo dispuesto a pagar un millón de dólares al CJNG para secuestrar a líder de la Mara Salvatrucha”.
La Prensa de Honduras dice: “Bukele intentó contratar sicarios élite del cartel de CJNG”, en tanto que Univisón informó que “El gobierno de Bukele fue engañado tratando de hallar a líder de la MS-13 en México con ayuda de CJNG, según reporte”.
Prensa Libre, de Guatemala, reporta: “Bukele: la millonaria cifra que le habría ofrecido al CJNG para secuestrar al líder de la Mara Salvatrucha”.
La Nación de Costa Rica tituló: “Nayib Bukele, presidente de El Salvador, aceptó pactar con Cartel Jalisco Nueva Generación: El Faro”.
Tras la captura de Canales Rivera por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), surgieron detalles sobre el pacto clandestino en el que autoridades salvadoreñas se vieron involucradas desde la liberación del sujeto, su salida imperceptible del territorio e incluso se habla sobre proveerle armamento al convicto.
En este punto se esclareció que la presunta operación de recaptura estuvo dirigida por Raúl Eduardo Reyes Escuintla, jefe de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO), quién a su vez contactó con Rafael Eduardo J, alias “Rafa” o “Chafa”, un líder veterano del Barrio 18 Sureños y prófugo, quién tenía intereses personales en la operación debido a la captura de su hermana bajo el régimen de excepción.
Rafael Eduardo J. habría recibido anticipos económicos para contactar con el Cartel y establecer una negociación por la captura; sin embargo, este presunto acercamiento nunca se dio y el delincuente solo habría tomado el dinero ofertado.
Posterior a la captura de “El Crook”, Rafael y su hermana entraron bajo protección de autoridades estadounidenses, por su vinculación con el caso, exponiendo la estafa en la que el gobierno había caído.
Los documentos judiciales presentados en Estados Unidos revelan que los pandilleros gozaban de total impunidad al poder entrar y salir de las cárceles, mientras que los líderes de las estructuras criminales se encontraban viviendo en las zonas más exclusivas de San Salvador.