El panorama de cara a las elecciones de 2024 no solo puede medirse por las recientes encuestas, de las cuales, el actual gobierno sale bien evaluado, especialmente el presidente Nayib Bukele y los funcionarios más cercanos a su círculo, por el efecto directo de la popularidad que irradia el mandatario en la población, ayudado provechosamente por una fuerte campaña mediática, que provoca en la ciudadanía una percepción positiva. Esto resume en parte la valoración que hizo el director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo, en la entrevista de TVX de este martes 31 de mayo de 2022.
Su análisis está fundamentado en que, pese a las fortalezas que el presidente Bukele obtiene de la última encuesta realizada por la UFG a nivel nacional y de forma presencial, sobre los tres años de gobierno, su punto débil, que es la economía, tendría que ir de la mano con la percepción de los salvadoreños de que el gobierno está haciendo las cosas bien en otras áreas como la seguridad, la salud y la educación, pero no es así.
"En política cualquier cosa puede pasar y lo económico es lo que determina lo político. Podemos estar muy bien políticamente hablando, pero si hay una crisis económica, puede cambiar el rumbo del país, porque la gente vota con las emociones y con el bolsillo", aseveró Picardo.
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Según Picardo, el talón de Aquiles de Bukele es lo económico, siendo esto el resultado de la reciente encuesta llevada a cabo por la UFG. Este sondeo revela que el principal desafío del gobierno es la economía, algo que a juicio de Picardo será determinante en caso de que Bukele considere reelegirse.
"Lo dice la encuesta, está el tema del Bitcoin, que es un tema no resuelto, que no sabemos su rumbo, por los altos y bajos, la inflación, cómo será el devenir de la guerra entre Ucrania y Rusia y su impacto en el mediano y largo plazo, hay otros tres indicadores, como por ejemplo, la balanza comercial, en donde estamos muy desequilibrados, estamos importando mucho, eso significa mucha fuga de capital y exportando poco, las remesas empiezan a frenarse, la inflación, el parte financiero del futuro no está muy claro, no solo para El Salvador, sino para todo el mundo, pero para nosotros que somos una economía de remesas, si pega fuerte la inflación en Estados Unidos, podríamos tener consecuencias", añadió Picardo.