A Nancy María Contreras, de 40 años, la asesinó Ramón Antonio Martínez, de 65, con quien mantuvo una relación sentimental, pero al momento del crimen ya tenían dos semanas de no estar juntos, de acuerdo a la Policía Nacional Civil (PNC).
El sujeto la interceptó cuando iba hacia su casa después de una jornada laboral. Ahí discutieron y la atacó con un arma blanca.
Contreras tenía varias lesiones en su rostro y en sus extremidades superiores, indicador de que trató de defenderse.
Según una fuente policial, esta no fue la primera ocasión en que Martínez asesinaba a una mujer.
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Aunque no precisó dicho caso, señaló que él había cumplido una pena de 15 años de prisión por un feminicidio. El de Contreras ocurrió en la colonia La Esperanza, en La Unión.
“Todos estos episodios de violencia, de maltrato, de expresiones verbales son antesala del feminicidio y es lo que el Estado debería de atender de manera urgente como una emergencia nacional a todos los niveles, pero lo que vemos es justamente lo contrario. Por eso ‘el voy a cambiar’ de los hombres violentos en realidad es una falacia en un país que tolera la violencia machista”.
Silvia Juárez, Ormusa
Para la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa) es lamentable que en El Salvador se continúe registrando casos como el de Nancy María Contreras, pese a las medidas de seguridad que ha implementado y publicitado el gobierno.
De hecho, según Ormusa, los feminicidios no han parado pese al régimen de excepción que se implementa en el país desde hace un año.
La organización señaló que solo en 48 horas ocurrieron tres feminicidios, cuyos hechores fueron las parejas o exparejas.
Ormusa detalló que del 1 de enero al 9 de febrero de este año se ha registrado siete homicidios de mujeres, los cuales cataloga como muerte violenta y feminicidios, según monitoreos que realizan.
Otro de los casos a los que hace referencia Ormusa es el ocurrido en la residencial Vía del Mar, en Nuevo Cuscatlán, La Libertad, donde fue encontrado muerto Miguel Ángel Jiménez, de 68 años, exalcalde del Puerto de La Libertad por el partido ARENA, durante el periodo 2015-2018.
Jiménez presuntamente asesinó a su esposa y luego atentó contra su propia vida, aunque el hecho es confuso y está siendo investigado por las autoridades.
“Es grave la situación y lo que pone de manifiesto al menos siete feminicidios en un mes y ocho días (de 2023) es que ni siquiera el régimen de excepción, ni la suspensión de garantías individuales, ha logrado contener los feminicidios en El Salvador”, manifestó la coordinadora del programa de derecho a una vida libre de violencia para las mujeres de Ormusa, Silvia Juárez.
A su juicio, eso tiene que ver con muchos factores que no han sido considerados.
“También es importante reconocer que la violencia hacia la mujer es producida por patrones machistas (propiedad y control) y no por desequilibrios psicológicos. Por lo anterior si eres mujer y víctima de violencia de cualquier tipo, busca ayuda profesional”.
Yesenia Quiñónez, psicóloga
Juárez señaló que la inseguridad para las mujeres sigue siendo latente y que el abordaje de seguridad está siendo abordado desde una perspectiva incompleta.
Más allá de la perspectiva de violencia social, añade Juárez, “hay que entender otros factores como el del favorecimiento a la impunidad y la desidia con los que son tratados los hechos predelictivos del feminicidio, es decir que hay alertas tempranas y que podemos advertir pero que en El Salvador diversas autoridades no están considerando”.
En el caso ocurrido en La Unión, la fuente policial señaló que tenían una denuncia por violencia intrafamiliar, pero eso no fue suficiente para garantizar la vida de la mujer.
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Diversos tipos de violencia
La psicóloga Yesenia Quiñónez manifestó que son distintos tipos de violencia los que sufren las mujeres en El Salvador, siendo una de las consecuencias más graves el feminicidio.
La psicóloga señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha reconocido que el feminicidio es uno de los principales problemas sociales y de salud pública mundial.
“Por esta razón, si eres mujer debes prestar atención a los posibles patrones de violencia, específicamente si esta viene de tu pareja. Lo complejo de esta problemática social es que los feminicidas no tienen un patrón de conducta establecido, cada caso es diferente”, señaló.
La profesional explicó que en algunos casos, el feminicida no presenta trastornos de personalidad ni antecedentes de violencia física o psicológica.
Otros perfiles, dijo, sí han ejercido altos niveles de violencia física y sexual a sus parejas. Para la experta, sin embargo, esto puede deberse no necesariamente a un trastorno de la personalidad, sino a actuaciones que los victimarios presumen culturalmente aceptadas por el machismo arraigado, que les lleva a creer que sus parejas son de su propiedad.
El tercer tipo puede presentar trastornos de personalidad antisocial o de dependencia emocional, explicó la psicóloga.
Disminución, mas no erradicación del fenómeno
Registros que lleva Ormusa consignaron que en 2022 pasado hubo 68 feminicidios; siendo enero y marzo los meses con más casos registrados, con doce cada uno.
Del total de casos en 2022, en 19 los hechores fueron las parejas de las víctimas.
Juárez señaló que en el ciclo de violencia hay una fase de luna de miel después de un episodio que les hace pensar a las mujeres que las cosas han vuelto a la normalidad.
Sin embargo, explicó que puede haber detonantes que pueden llevar al hombre a desencadenar violencia y advirtió que esta puede ir en ascenso.
Además, lamentó que hay poca atención a otros hechos de violencia contra las mujeres.
“Vemos con preocupación cómo no se procesan crímenes que se consideran como pre delictivos como la desaparición, las lesiones, las amenazas y suelen ser vistas con poca importancia cuando son la antesala del feminicidio; hay una tolerancia con esto”, agregó Juárez.
Disminución con respecto a 2022
En relación a 2022, los casos de feminicidio han disminuido. Los registros de Ormusa indican que el año pasado hubo 68 casos, de los cuales 12 fueron en enero y otros 12 en febrero. Si bien este año hay una disminución, el fenómeno no se erradica pese al régimen de excepción.
SIN SALUD MENTAL
Juárez señaló que existe un daño y trauma “muy grave” que no se trata y que está descuidado en el país: la salud mental.
Esto en referencia a cómo sobreviven los hijos al tener que enfrentar que su padre asesinó a su madre. En muchos casos, hay historial de revictimización de la cual fue testigo. A eso se suma la situación económica que se deriva de un feminicidio.
¿A dónde acudir?
Las mujeres que están siendo víctimas de algún delito pueden buscar ayuda en los juzgados de Paz, la Fiscalía, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), las unidades de género de la Policía Nacional Civil (PNC), Ciudad Mujer, la Unidad de Atención Especializada de la Mujer de la Procuraduría General de la República y organizaciones no gubernamentales que trabajan en pro de las mujeres.
SILENCIO DE DATOS DEL GOBIERNO
Para Silvia Juárez, de Ormusa, en El Salvador ha habido un notorio retroceso en términos de acceso a la justicia, rendición de cuentas y transparencia.
Por ello, destaca que una fuente importante para sus registros de violencia contra las mujeres es la cobertura que medios de comunicación hacen de dicho fenómeno.
La experta considera que el gobierno ha liderado un “silenciamiento de los datos”.
“Vemos que en el balance inicial que hiciera el Estado ni siquiera se presentó el desglose de datos de homicidio por sexo”, expresó Silvia Juárez de Ormusa