Los integrantes de la Alianza Nacional El Salvador en Paz consideran que el trasfondo del gobierno al decretar un régimen de excepción, no es enfrentar a las pandillas, sino amordazar a al movimiento social ciudadano, a los medios de comunicación y a toda persona que no piense igual que el presidente.
José Melara, representante de la agrupación, expresó su preocupación "por los abusos de poder, las arbitrariedades y el temor que se está generando en la población".
"El planteamiento nuestro no tiene nada que ver con la defensa de ningún marero, nuestra defensa es hacia el pueblo que no tiene nada que ver con esto, pero que se ve restringido con el régimen de excepción", expresó.
Melara considera que la política que aplica el gobierno, aunque la justifica con el combate a las pandillas, tiene como propósito detener toda acción que denuncie lo que el presidente está haciendo.
El dirigente de la organización dijo que, como Alianza, muestran su rechazo a una medida extrema que le genera al país una sensación de incertidumbre y que trae consecuencias económicas y sociales.
TE PUEDE INTERESAR: Gobierno podría solicitar 30 días más del régimen de excepción
Por su parte Stanley Quinteros, integrante de la Alianza, considera que el régimen no ha sido focalizado al tema de combatir las pandilla, sino que se ha afectado a la población en general y especialmente a las poblaciones más vulnerables.
"Estamos preocupados porque no hay cumplimiento a un debido proceso, hay amenazas a los medios de comunicación y amenazas a las voces que no compartimos algunas políticas del gobierno", declaró
Melara considera que la necesidad de un régimen de excepción solo muestra el fracaso de Plan Control Territorial. El agremiado recordó que a este gobierno la Asamblea le ha aprobado unos 500 millones de dólares para la ejecución de ese plan.
Por su parte, Quinteros considera que en vez de un régimen de excepción, el presidente debería quitar a las autoridades de seguridad que no han hecho bien su trabajo, entre ellos menciona al ministro de Seguridad, el director de la Policía y el de Centros Penales.
"Aquí debería haber una barrida de funcionarios que no han hecho bien su trabajo", expresó.
Melara agregó que desde el momento en que a los policías se les está exigiendo una cuota de capturas diarias, está claro que solo necesitan un "número" para generar terror.
Comparó la situación actual con la época de los años 70, cuando las autoridades capturaban "al que encontraban en la calle", pues lo que necesitaban era enviar un mensaje de terror y violencia. "Estamos viviendo el preámbulo de lo que fue la guerra", reflexionó Melara.