Como una epidemia silenciosa, el 66.2% de la población salvadoreña padece sobrepeso u obesidad, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud pública en el país, según datos publicados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2023.
Este alarmante porcentaje refleja un crecimiento sostenido en las últimas décadas. Expertos en salud argumentan que factores como el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios y el limitado acceso a opciones de alimentación saludable han contribuido a este problema.
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Especialistas señalan que el sobrepeso y la obesidad están directamente vinculados con un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
Además, estas condiciones incrementan el riesgo de padecer insuficiencia renal y ciertos tipos de cáncer, afectando la calidad y esperanza de vida de la población.
El médico internista Guillermo Marroquín enfatiza la importancia de la educación en nutrición. "Debemos educar a la población sobre lo que estamos consumiendo para evitar la acumulación de grasas y sustancias tóxicas que conllevan a la obesidad", advirtió.
Para el especialista, la clave para combatir este problema radica en la educación de los adultos, quienes pueden influir en los hábitos de los niños. "Debemos evitar que los niños adopten patrones de alimentación inadecuados. La primera droga que uno consume es el azúcar, una sustancia altamente adictiva", añadió.
Según los datos brindados por la OPS, la prevalencia de obesidad ha sido observada en la población salvadoreña desde los 15 años. "Desde la niñez se está dando ese problema acá. Y no es solo una cuestión de una situación aislada, sino que a nivel mundial la obesidad está ganando terreno como enfermedad y ahora se ha clasificado como una pandemia", agregó el especialista, miembro del Colegio Médico de El Salvador.
A través de su experiencia clínica, el médico detalló que, en la actualidad, por cada 10 adultos que atiende en su clínica, entre 6 y 7 tienen problemas con su peso. "La obesidad afectará más gente que la pandemia que hubo por covid 19. La obesidad lleva a otras enfermedades como la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia, enfermedades cardiovasculares y muerte", de forma silenciosa, agregó Marroquín.
Previamente, especialistas ya habían advertido que la obesidad tenía una estrecha relación en el desarrollo de enfermedades a una edad prematura, incluyendo algunos tipos de cáncer en mujeres.
"Recientemente estaban dando un informe de pacientes con cáncer de cérvix, eran mujeres de 20 años, también problemas de cáncer de recto y colon, cuando estos tipos de cánceres estaban arriba de los 45 o 50 años, ahora se han presentado en pacientes de menor edad", detalló el especialista.
Cada 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los riesgos que genera.
Uno de los factores desencadenantes de la obesidad poco mencionados es la carga genética. Los especialistas argumentan que, en el caso de los pacientes que tienen historial familiar con sobrepeso y están expuestos a situaciones de estrés, mala alimentación o sedentarismo, son altamente propensos a desarrollar las mismas condiciones.
La obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas, sostiene un informe publicado por la OPS. Las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niñas, niños y adolescentes, afectando a personas de todas las edades y de todos los grupos sociales en la Región de las Américas y el mundo.
El impacto abarca a edades tempranas. En el grupo de edad de 5 a 19 años, el 33.6% de la niñez y adolescencia están en condiciones de sobrepeso u obesidad; así como el 8% de niñas y niños menores de cinco años, según las últimas estimaciones de UNICEF y la OMS.
Riesgos de los productos "milagrosos"
En la actualidad existe una importante cantidad de anuncios sobre productos que ofrecen reducir tallas sin generar efectos adversos en los pacientes; estos productos pueden ir desde suplementos, pastillas a inyecciones aplicadas directamente en la zona que se desea trabajar.
Pero muy pocas personas buscan asesoramiento profesional antes de iniciar su ingesta. "No estoy muy de acuerdo porque el paciente puede llegar a tener unas actitudes o hábitos muy peligrosos; aquellos que tienen ayunos prolongados al principio van a bajar de peso, porque lógicamente no están consumiendo tantas calorías, pero esto no es permisible a largo plazo", señaló el especialista.
Para el doctor Marroquín, se debe tener especial cuidado con los productos que ofrecen resultados en poco tiempo, debido a que pueden provocar daños en la salud física, mental y emocional de los pacientes.